100 hombres para Lily Phillips

"Es el caso de Lily Phillips, una joven inglesa de 23 años que lanzó un reto en OnlyFans que ha dejado a muchos helados: el de acostarse con 100 hombres en un día. Un reto que, además, iba a retransmitir a través de su perfil". (estos extractos salen de Mundo Deportivo, Dallas News y otras fuentes similares).  

La historia de Lily Phillips, 2024, es la historia de una mujer traicionada por su equipo de trabajo, por sus amigos y por sus propios padres. Durante los últimos días se ha hablado mucho del tema, pero siento que la mayoría de comentaristas no tienen ni idea de lo que realmente ha pasado tras bastidores. Por eso, hoy traigo una explicación sencilla y realista sobre el comportamiento tanto de Lily como de los hombres participantes. 

1. ¿Por qué está mal?

Muchas personas se han apresurado a calificar el acto de indigno o de inmoral. Sin embargo, utilizan una opinión y no un hecho para justificar su perspectiva. Quiero decir, la mayoría han utilizado frases como «se ha dejado disponer de 100 hombres degenerados», «se ha dejado abusar por 100 hombres», etcétera. En ningún caso se menciona un daño material real, exceptuando los «ha puesto en riesgo su capacidad de contraer matrimonio tras ser penetrada por 100 hombres», que sí es un daño material real si se quiere ver así, porque supone un menor flujo de recursos hacia la hembra, pero no es un daño directo y no en todos los casos supone un problema. 

Este paradigma solo demuestra una cosa: somos simios. Porque el problema no es que per se sea malo el acostarse con 100 varones: no hay nada malo per se. Si hemos de justificar esto, «dejarse disponer» solo refleja la mentalidad arcaica de los atacantes, porque estas palabras sugieren que la hembra puede percibir un castigo que el varón no. Este castigo — y la razón de que se penalice socialmente a la hembra promiscua y no tanto al varón promiscuo — es un embarazo ineludible → basta la similitud entre embarazo y embarazoso para cuestionarse la etimología de estas palabras: pues, para sorpresa de nadie, la denominación a este estado tiene su origen en las palabras «estorbo», «obstáculo» y «enfermedad» en muchas culturas. 

A continuación dejo unos extractos obtenidos en SciELO sobre la cuestión: 

"En castellano según Joan Coromines, la etimología de la palabra “embarazo” y “embarazada” proviene de “embarazar” que significa ‘impedir, estorbar’ . A su vez, esta palabra se documenta primero en leonés o portugués “embaraçar”, derivado de ‘lazo, cordel, cordón’. ¿Tendrá que ver más con el cordón umbilical que con el sentido de “impedida”?", teniendo en cuenta que embarazar y embarazoso tienen ambas connotaciones negativas, no veo motivo para pensar que la construcción de embarazo no la tuviera. 

"En la República africana de Malaui encontramos otro curioso origen. El embarazo, visto como algo que puede dar la vida, pero también traer la muerte. La palabra tiene la connotación de ‘enfermedad’. En chichewa, el idioma de Malaui, existen tres palabras que designan “embarazo”: “pakati”, “matenda” y “wodwala”. Pues bien, las tres llevan implícita la idea de enfermedad. El significado literal de “paraki” es “entre la vida y la muerte”. Por su parte, “wodwala” se refiere a alguien que está enfermo".

"Las palabras para designar la idea de embarazada en las lenguas eslavas comparten la misma raíz etimológica de ‘carga’ . Así lo vemos en el caso del ruso, donde la palabra más común, usada para designar “embarazada” es “beremenaya”. Esta palabra significa “embarazada” en un sentido figurado: el significado literal de esta palabra es muy distinto, asociado a un significado casi religioso de ‘carga’ o ‘castigo’. Lo cual recuerda a la maldición bíblica de “parirás con dolor”".

En sí, lo que están diciendo, con sus escasos conocimientos de causa, es que Lily está dejándose embarazar de alguno de esos hombres y que, por lo tanto, las perspectivas de supervivencia de los dos — madre e hijo — son más bien bajas. 

¿Lily Phillips quedará embarazada después de estar con estos 100 hombres? Las probabilidades son extremadamente bajas. ¿Entonces? ¿Cuál «disponer»? La vulnerabilidad sexual de la mujer termina con las medidas anticonceptivas, lo demás es resquicio.

Terminado ese aspecto de la moralidad sexual anciana... pasamos a lo escabroso. Veréis, en un mundo sin riesgos sanitarios, esta juerga no sería más que una anécdota. No obstante, vivimos rodeados de enfermedades y este tipo de orgías no son sino un problema para la salud pública. 

"En él, se muestra todo el proceso. Cómo Phillips y su equipo alquilaron un apartamento turístico en Londres, cómo lanzaron la convocatoria -los participantes debían someterse a un test de detección de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS)-, e incluye entrevistas no sólo con la protagonista, sino con miembros del staff y también con hombres que viajaron incluso de otros países". 

Se usó preservativo, en principio, y aún así consideraron necesaria la detección de ETS en los participantes. Esto es indicativo de que son conscientes de que hay riesgos en todos los actos sexuales, especialmente con completos desconocidos. Además, la constante fricción e irritación de las paredes y mucosas de la vagina puede crear lesiones en el interior de la mujer. En una entrevista, Lily asegura: 

— No se puede confiar plenamente en estas pruebas médicas, porque el hombre podría estar con alguien más en el lapso entre la prueba y el reto y no habría manera de saber nada. 

Entonces, reconocen reiteradamente que hay un riesgo sanitario real, pero quienes comentan se obcecan en que «han dispuesto de ella».

Creo que queda claro que no estoy a favor de este tipo de prácticas, porque hacen parecer que todo es jauja y que no hay consecuencias para los actos. El problema de tachar esto como inmoral y no darle un argumento sólido a la gente, es que los perpetradores se justificarán diciendo que es una opinión subjetiva. Y lo es, en el siglo XXI no hay diferencia sexual entre el macho y la hembra cuando estos no ejercen la reproducción en sí. Por esto, hay que buscar otro tipo de vías unisex para combatir la promiscuidad exacerbada y evitarnos disgustos directos.