[Diálogo] La métrica ambigua del Bien

A continuación daré una aclaración sobre la métrica del Bien. 

Ésta ha sido solicitada por uno de nuestros más fieles lectores a raíz de la última entrada, Conversaciones con B. Russell

Lector: [Gran filósofo], por favor, no comprendo a qué te refieres en este fragmento... ¿acaso no adquirimos primero la capacidad y luego ejercemos la actividad? Practicando la justicia uno se hace justo y practicando el bien, bueno.

El fragmento en cuestión: 

«— Quiero ser bueno. 

— ¿Y cómo vas a serlo? 

— Siendo bueno. 

Es estupendo, así uno puede cumplir con cero objetivos». 

Filósofo: Como bien dije, ser bueno no es un fin, es una valoración. Ser bueno con algo o para algo y de qué manera, esa es la manera de definir ese «ser bueno». Es el más común de los errores. 

Lector: Claro, claro, las métricas... pero suponiendo que acordemos el término de «Bien» o «Justicia»... el único modo de llegar a esos términos es ejerciendo justicia o bien, entonces... 

Filósofo: Sí, de ahí: «¿cómo vas a serlo (solicitud de métrica)?», es una situación típica. A menudo se dice: «es evidente que esto es bueno y esto es malo», vale, explícame por qué, para qué, de dónde sale ese juicio. Esas palabras, si vacías, solo tienen un nombre y es Religión. 

Lector: Las virtudes se perfeccionan mediante la costumbre. Sobre el fragmento, ¿uno no puede ser bueno haciendo bondad de la misma manera que un herrero se vuelve herrero ejerciendo la herrería? 

Filósofo: El rigor es la primera virtud. Lo que propones no se sostiene. La herrería es algo concreto: todos sabemos qué es. El Bien y el Mal son una valoración, una perspectiva, no son una materia. 

Lector: Las acciones son buenas o justas cuando un hombre bueno y justo podría realizar de ellas, ¿podemos acordar eso? 

Filósofo: Me niego. Las acciones pueden ser buenas o justas sin meter las manos de nadie de por medio. 

Lector: ¿Hay Justicia sin alguien que la ejerza? Las cosas son buenas para aquellos que son capaces de juzgarlas o intuirlas buenas, ¿no? ¿O pueden serlo, pues, por si mismas? 

Filósofo: Las valoraciones son algo permanente, son ideas teóricas.*1

Algunas cosas son buenas para algunas cosas... independientemente de si hay un sujeto consciente que así lo considere. También hay cosas que se pretenden buenas para algunas cosas, en la valoración del sujeto consciente. Podemos tomarlos como sinónimos si así es más sencillo de comprender. 

Las cosas son buenas para algo en concreto cuando surten el efecto deseado. 

Lector: Efectivamente, ¿y quién recibe el efecto deseado? 

Filósofo: Independientemente de si las personas están de acuerdo o no, o son siquiera conscientes, la materia en sí recibirá este efecto. 

No tiene que haber una mente pensante siempre para valorar, justo por lo que acabo de decir: puede ser a partir de un sujeto o a partir de relaciones absolutas. 

Lector: Sigo sin comprenderlo, filósofo. 

Filósofo: Gratificación es algo que obtiene el político que aplica la política, sí, pero independientemente de eso: el viento es bueno para provocar mareas, independientemente de si alguien lo juzga oportuno o no,. 

Es bueno si lo promueve, neutral si nada que ver y malo si lo detiene por completo. 

Lector: ¿Pero no estabas diciendo antes que no era lo mismo? 

Filósofo: Ahora me he perdido yo... ¿en qué me ves errado? 

Lector: En mi ejemplo del herrero y el bien, me dices que no son comparables... pero ahora me comparas al bien y al viento... 

Filósofo: ¿Cómo? ¿Bromeas? ¿Me estás ayudando a crear un FAQ? Bueno...

Estoy diciendo que el viento es útil para algo. La utilidad aquí es sinónimo de bueno y es así siempre. Siempre, siempre, incluso lo estético es utilitario. Se trata de que tenga el efecto de promover algo deseado. 

Solo he dicho que la Justicia no es una materia, sino una percepción, a no ser que cursemos Derecho —  y en ese caso ya parametrizamos que lo justo es aquello que está dentro del código penal. 

La herrería no es una percepción. Es una materia. Nadie tiene dilemas sobre qué es la herrería. Herrería ya está definido de por sí, es un conjunto de acciones comprendidas que tienen unos resultados específicos. Fíjate, entendemos herrería por lo que es útil para (inserte propósito de la herrería) empleando los métodos propios de la herrería. □ 

Lector: ¡De acuerdo! Me alegro de haberlo discutido, ahora lo veo mucho más claro. 

*

1*Estas, si son a partir del sujeto consciente son ideas teorías susceptibles sostenidas por evidencias percibidas (pueden estar erradas o no, así que hablamos aquí de intención, de voluntad); pero esta es una visión limitada de lo que serían a partir de Lo Absoluto (inaccesible infinidad de conocimientos). Solo podemos aproximarnos a los principios mediante la intención científica, claro, así que tomemos las valoraciones como algo permanente hoy. 

Podéis ver otra discusión nuestra a lo largo de las series de Por qué intento besar a Chatgpt.

Conversaciones con B. Russell

Durante mi lectura de Conversaciones con Bertrand Russell, no cesó el disgusto. Pensándolo en frío, pienso en que quizá sus respuestas fueron lo mejor. Quizá era un tipo mucho más inteligente de lo que aparentó: quizá estaba intentando llegar al público de manera... amigable. Yo en su lugar, quizá hubiere sido un bruto y, siendo un bruto, quizá me hubieran guillotinado... bueno, retiro lo dicho, Russell me acaba de llamar al teléfono: 

— Tres pasiones, simples pero abrumadoramente fuertes, han gobernado mi vida: el anhelo de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad.

— ¿Has parido? 

— Tres hijos.

— ¿Y en qué consiste tu piedad por el sufrimiento de la humanidad? Perdón, tú has dicho... insoportable piedad.

Y cortó la llamada. He intentado volver a llamar, pero el muy golfo me ha bloqueado. Para los que me conocen, ya saben que el chiste se cuenta solo. A quién le importe el sufrimiento de sus hijos, que no de a luz. Ahora veréis claramente como cualquiera con esa mentalidad comete errores... incluso si estos son solo perceptibles para quien hila como un hilador. 

Comentaré a continuación algunos fragmentos de cuatro primeros diálogos, de los trece que el libro contiene. Estos diálogos se emitieron en televisión durante la primavera de 1959. Russell no utilizó guion alguno y tampoco se repitieron tomas. Su entrevistador fue un experimentado comentarista de televisión (Wyatt). 

En reiteradas ocasiones veremos como le proponen una métrica superficial*2: él la rechaza, alegando que es, sin error, superficial, no es lo suficientemente inteligente para él y acto seguido y sin ningún pudor propone una métrica igual de escasa. Y tan pancho se queda, como el sofista que es. Y lo peor, es que no es un maquiavélico sofista: es, por desgracia, ingenuo e incompetente. 

1. Sobre la filosofía. 

Wyatt: Dinos, ¿qué es la filosofía?

Russell*1: Desde mi punto de vista, la filosofía especula sobre cuestiones para las que no es posible un conocimiento exacto todavía

Esta es la definición vulgar de la filosofía por antonomasia. 

Tenemos ante nosotros a uno de esos académicos ciegos a su religión (la Academia, por si no era evidente) y peca, por ende, de optimismo científico. Sobre-optimismo. Cualquier persona debería entender que no hay un conocimiento exacto para nada, por eso las teorías científicas son teorías, para preservar el rigor. Incluso cuando algo parezca sumamente claro, no olvidéis, por favor, que Dios es grande: es infinito. Si crees que puedes tener un conocimiento exacto sobre algo, es que no comprendes ni el principio más básico de las cosas. 

Russell: Se podría decir que ciencia es lo que sí sabemos y filosofía lo que no sabemos. Se trata de una definición muy simple, pero constantemente vemos cuestiones que pasan de la filosofía a la ciencia.