«El filósofo no debe hablar del por qué de las cosas, solo de las cosas» — A. Schopenhauer.
Hablo de esto hoy porque tuve un flashback a cuando asistí a la Universidad Autónoma de Barcelona. Allí me dijeron que no todo podía ser explicado mediante átomos porque las cosas tienen más de una dimensión. Por ejemplo, hoy bostecé sin parar en clase de informática porque estaban dando una charla coñazo. Profe, perdóname, pero este contenido es demasiado genérico. Me pregunté lo que todos nos preguntamos cuando el gesto no cesa: ¿cuál es el motivo por el cual existe siquiera el bostezo?
Y si buscas respuestas tendrás que se produce debido a unos procesos fisiológicos equis pero que también posee potencial social. Por supuesto, lo segundo tiende a ser una especulación. Los fenómenos sociales no son una causa en sí sino una apariencia. Es decir: podría ser que unos determinados genes inútiles provoquen el bostezo y se hayan extendido porque vino desde los orígenes remotos y no se ha visto afectado con el paso de las generaciones... ¡y sin embargo recibirá una significación por parte de algun obtuso sociólogo! Lo cierto es que la respuesta material de los procesos fisiológicos responde a qué está sucediendo y no a un por qué, pero, ¿qué vino antes? ¿El huevo o la gallina? De ahí la frase de Schopenhauer. Si el por qué último no puede ser hallado (por lógica esto es así), eso significa que no hay motivo para hallar un pequeño por qué incompleto y sesgado.
Las respuestas pueden ser materiales o "fenoménicas"/"aparentes" (no sé me ocurren mejores etiquetas, ayúdenme) y es ahí donde yace el error del profesor de la UAB: decir que no todo puede ser explicado materialmente (interacción atómica) porque los fenomenos sociales van más allá. Corrigiéndole: todo lo que sucede puede ser descrito atómicamente MAS NO sociológicamente, ¡casi lo opuesto a su postulado!
¿Por qué hay tantas diferencias entre culturas? Misma materia y cultura (acciones humanas¿?) pueden ser aplicadas en múltiples geografías y, sin embargo, se le pretende dar una explicación al por qué de tal piel o preferencia sexual. Por supuesto, uno puede hablar de estas cosas pero ha de tener en cuenta que la explicación real del suceso no se halla en las apariencias. Esto son aproximaciones para atajar los temas, a nivel humano; porque saber que las cosas suceden por una trayectoria atómica no tiene valor cotidiano. En cambio, hablar de la sumisión del perro al hombre a través de la biología, la sociología y la etología SÍ tienen cabida en el conocimiento práctico.
Insisto, aun así este conocimiento aparente, especulativo... es útil, [práctico pero no es absoluto]. Así como la probabilidad, puede antojársenos una presencia real, pero no es más que un conocimiento fantasma que nos ayuda a comprender y a manejar la realidad.
¿Por qué bostezamos? Nadie se pone de acuerdo. Lo cierto es que sabemos qué es el bostezo y qué lo produce, pero no nos ponemos de acuerdo respecto a qué significa esto en la comunidad. Quizá no signifique nada en lo absoluto, pero sí que sabemos que no nos mata y que, por lo tanto, podemos esperar que pase a la siguiente generación sin problema (cuestión material absoluta).
Quien se aferra a sus convicciones sobre las apariencias no es más que un ingenuo. Tal cosa no puede llamarse científica. Primero se debe operar con axiomas (qué es posible y qué no es) y luego se puede hipotetizar la causa de una situación concreta para ejecutar acciones. Recordemos que el conocimiento no está para ser observado a través de la vitrina, sino para ser aplicado.
¡Muchas gracias!
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