De psiquiatra a paciente y viceversa

Si una población comete errores cuando la ignorancia es la ley, es de esperar que se cometan aun cuando haya una biblioteca por esquina. Esto es porque la falla nunca ha estado en la carencia de conocimientos, realmente; ha estado en la gestión de éstos, independientemente del volumen. ¿Esto es debido a que el sentido común es el menos común de los sentidos? No, esa es una visión pobre del conflicto real que presenta el ser respecto a la administración: las atrocidades cometidas por el hombre no son más que el resultado de un hardware que debe hacer muchas tareas diversas, a menudo contradictorias y que, por ende, no puede llevarlas todas a cabo con éxito. 

El ser humano presenta aspiraciones fisiológicas, intelectuales, espirituales, etc., que a menudo se contradicen. Es irónico criticar la falta de rectitud si Dios la alaba. 

Quedémonos, pues, con la asunción de que el ser humano es aparentemente estúpido por necesidad y vayamos al tema que hoy nos atañe.

Durante los últimos veinte años, la epidemia de autodiagnósticos se ha aparecido como un análogo a las presunciones de posesión diabólica de antaño. Siglos atrás nos escudábamos en Dios y en el Diablo, fuerzas externas incontrolables; hoy empleamos terminologías elegantes como genética de la misma manera (aunque algunos aún hablen de signos zodiacales y cartas del tarot...). 

¡Filósofo, te has vuelto majareta! ¿Cómo osas equiparar la valía de esos términos? No, yo no, la gente lo hace. Yo sé cómo emplear la teoría y la práctica de manera eficiente en mi vida diaria. Sin embargo, a todas luces, no pueden decir lo mismo muchos de mis iguales. 

La psicología, la psiquiatría y la neurología han tratado de dar respuesta a los comportamientos ordinarios y extraordinarios del hombre desde la estructura neuronal y las vivencias. Así como los médicos «del cuerpo» han investigado la función estándar del organismo y la raíz de sintomatologías malignas. 

A menudo se olvida que tanto de cuello para arriba como de cuello para abajo, el mantenimiento de las plenas capacidades depende también de la voluntad del individuo. Convéncete de que has perdido las piernas y las perderás. Sí, exacto, esto es lo que parecería que hacen los psiquiatras con nuestros hijos: decirles que han perdido las piernas. 

No creo que sea esto exactamente lo que sucede en consulta, pese a que sea la experiencia que me transmiten mis allegados. 

El motivo es que la gente no solo es hipocondríaca sino que tienden a derrotarse antes de que la evidencia empírica lo haga. Uno no puede decir que no es posible para él hasta que haya completado su vida con esfuerzos verdaderos y lo haya ratificado. ¿Cuántas veces sucede esta determinación? Muchas, muchas... ¿y cuántas no? Muchas otras, de ahí este post.

El conocimiento psiquiátrico está terriblemente mal gestionado por parte de los pacientes, pero seguramente muchos «profesionales» tampoco lo estén enfocando como es debido. 

Los libros del género están escritos como modelos genéricos de cara a un potencial tratamiento... no están pensados ni para ser condenas ni mucho menos mantras. 

He visto gente perpetrando auténticas barbaridades bajo la protección de su enfermedad mental. Querido, si tiene la conciencia suficiente para distinguir el bien del mal, no se puede escudar en sus neurotransmisores. Póngase chaleco si es menester. 

Cartas a mi amigo (2021)

¡Mi viejo amigo! Hoy me he topado con un bello recuerdo de enero de 2021, de cuándo compartíamos las lecciones de programación de Aureliano y en lugar de prestar atención te hacía dibujitos en el Paint. Espero que vuelvas a cenar conmigo algún día. 

Clic para ver las vainas en grande, yayitas.

1. El sol en el lago. 

Esta imagen fue utilizada para explicar por qué las combinaciones de la imaginación son estrictamente falacias a partir de elementos verdaderos (con sus características particulares). Todo lo que la imaginación concibe de manera fantasiosa es, a no ser que luego sea constatada como verídica, una desapropiación de aquello que hace de algo, algo. 

2. ¿El gato se ha meado en la alfombra? 



Esta trataba de ilustrar que había hechos irrefutables, así como establecía una relación semántica entre los hechos reales. ¡Por mucho que ahora quieran decir que fue un perro el que meó! ¿Entonces lo reduciremos a que «hay pis en la alfombra»? Y alguien dirá que es Fanta naranja... pero eso sería una conversación de besugos en la que ningún intelectual entraría. Es perfectamente posible que el gato se haya meado en la alfombra, así que no le demos más vueltas. 

3. Englobando las verdades. 



Las verdades constituyen los hechos aislados o variables que conforman, combinadas, el Todo. Esto son materia y fuerza percibidos por el sujeto consciente como las diversidades de las que podemos tomar conciencia; pero también aquellas cosas que se nos escapan trágicamente, puesto que esa verdad absoluta (el Todo) está conformada por una infinidad de datos. 

4. Conversación con una expareja (dormí en el sofá esa noche).


Nos reímos mucho con esta. 

El juego sexual: romance, abuso y pornografía

  • Propósito último del sexo.
  •  El macho y la hembra, la acción y las condiciones.

El propósito último

El propósito último del sexo… ¿cuál podría ser? Desde luego que ni es el sexo en sí ni es la unión espiritual de los implicados, como algunos hippies insisten en hacernos creer.

El propósito último, el premio gordo, es la cría. Por supuesto el sexo nos une con la comunidad, estrecha lazos, mueve la economía, etcétera… pero la razón por la que ha de ser tan placentero es porque obedece a uno de los pilares de la naturaleza viviente; bueno, ¡uno de los pilares! Es aquel que ha hecho posible la vida animal y vegetal sobre la Tierra. Una vez el Ser se reproduce, no puede sino reproducirse, puesto que, de lo contrario, no estaríamos teniendo esta conversación.

El dormir y el comer son usualmente prioridades por encima del sexo. Algunas personas, de no estar locamente enamoradas en el momento de ser cuestionadas, incluso admitirán preferir una siesta o una buena comida al ejercicio cardiovascular que supone el ñiqui ñiqui. Esto es porque las condiciones óptimas nos llevan al éxito reproductivo. Salud y recursos nos garantizarán la crianza prospera. Más bien, nos han garantizado.

Queramos o no,  los sistemas de recompensa están orientados a cumplir unos objetivos universales.  Lo que como ser consciente hagas está «condicionado» pero no «limitado a»… por ej. El sexo se percibe como placentero, sin embargo, quizá emplees anticonceptivos.

Este condicionamiento primario de las estructuras mentales es fundamental para comprender las tendencias sexuales de la población. Seamos claros: las mujeres ven con muy malos ojos — incluso con desesperada confusión — a los hombres que disfrutan de la acción directa mientras ellas mismas consumen ingentes cantidades de fantasías que, eventual y gráficamente llevan a la misma acción directa. Las mujeres critican las escenas de violación que ellas mismas consumen de buen grado. ¿Por qué existe esta absurda disputa que todos sencillamente damos por sentado?

La acción y las condiciones.

A.    Planteamiento.

Esta entrada viene de un vídeo con el que me topé hace poco donde entrevistaban a múltiples mujeres por la calle. Las preguntas eran:

·        ¿Has tenido alguna pareja abusiva? La mayoría de mujeres contestaron que sí.

·        ¿Por qué seguiste en la relación aun siendo consciente del abuso? La mayoría contestaron que «confiaban en que hablando se pudiesen cambiar algunas cosas».

·        ¿Crees que si no hubiese sido un escenario abusivo, tú lo hubieses disfrutado igual? Una parte contestó que lo hubiesen disfrutado más, porque el detrimento emocional era severo; otra parte contestó que no, porque probablemente esas parejas abusivas solo podían ofrecer el thrill.

·         ¿Por qué si tanto despreciáis los abusos, sois las primeras en llenar los cines cuando el romance es especialmente abusivo? Ninguna supo dar un motivo. Algunas dijeron: «ahí me has pillado».

Estos vídeos generalmente no ofrecen una conclusión final. Se queda en el aire, como si solo sirviese para corroborar el llano: «las mujeres están locas y les gustan los altibajos, el rollo mental…», sin ver el fundamento detrás de esa conducta, no se desarrolla nada en lo absoluto.

B. La búsqueda de control para el éxito reproductivo. 

Los seres humanos son mamíferos y presentan tres fases etapas en la reproducción:

            Fase 1. [El acuerdo] Preliminares → Condiciones, planteamiento, posicionamiento, establecimiento de valor y dinámica de poder, garantías…

            Fase 2. [Fecundación] Sexo en sí → Punto de no retorno (primitivamente). La hembra asume el riesgo del trato.

            Fase 3. [Crianza] → La hembra asume la crianza con las ayudas socioeconómicas esperadas.

El premio gordo son los hijos, aunque no se suela percibir como tal. Toda la burocracia del cotejo gira entorno a que la hembra entienda que «vale la pena» asumir esa gestación y esa crianza. El macho, por su lado, no sabrá si esas crías salen adelante sin la tranquilidad de que la hembra dispone de los recursos necesarios para dicha crianza.

El poder de la hembra en la modernidad es cada vez mayor, puesto que la fecundación no supone garantía para el macho de que sus crías serán gestadas y, por lo tanto, de que sus genes pasarán a la siguiente generación. La mujer hoy tiene un control total y sin precedentes respecto a qué genes replica y cuáles no. Lástima que sean mujeres y sean un poco lelas. A nivel inconsciente, la mujer no comprende la privilegiada posición en que está gracias a la gaya ciencia. Debido a eso, muchas mujeres tienden a situaciones eróticas donde la mujer primitivamente tendría más control [reitero, hoy en día tiene total control en todas].

En la naturaleza, quien abandona las crías antes gana, puesto que tiene libertad para continuar procreando mientras esas crías se desarrollan y maduran para tener más de sí. .En hembras humanas, la vulnerabilidad e inversión son muy grandes durante la gestación y no pueden permitirse ni dejar de lado el producto de su esfuerzo. Esto las lleva a no asumir escasas garantías. 

No obstante, no solo hay un camino al éxito reproductivo y las estrategias varían de persona a persona y de momento a momento. Lo que podría parecer una contradicción, resulta ser, visto de cerca, una prolongación de la afirmación original.

Tiene más sentido que las mujeres prefieran psicópatas o narcisistas, indiferentes a sus sentimientos de mujer (este NO suele ser el caso de las novelas románticas con personajes abusivos, pero eso lo abarco en el siguiente punto), a que los hombres busquen mujeres frías. ¿Por qué? Las mujeres frías no aparentan ser buenas madres y pueden lucir astutas e ingratas; los hombres fríos no aparentan ser tampoco buenos padres, pero eso no es tan importante para muchas hembras: al final del día, un hombre que abandona a su hijo supone un hijo que hará lo mismo y, seguramente, a nivel reproductivo, tenga mucho más éxito, al invertir menos en más mujeres.

Todas las estrategias en las que puedas pensar tienen pros y contras y ninguna está exenta de penalizaciones y recompensas… por eso, una conducta difícilmente es irracional. Siempre dependerá de la métrica, pero si la métrica es éxito reproductivo, habremos de mirar con estadísticas y en base a una infinidad de factores circundantes. Lo importante es abandonar la confusión respecto a los móviles aparentemente incongruentes o masoquistas de la hembra.