Esta entrada está destinada a aclarar este conflicto entre género y sexo que la gente habitualmente tiene...
La identidad sexual es una parte más de la identidad personal y, como todas las partes que conforman a esta identidad personal, es crucial para la imagen total. La identidad sexual está compuesta por la percepción que los demás tienen de nuestra actitud y características físicas (a qué están orientadas, labores femeninas/masculinas), público al que apelamos (prototipo de cliente asiduo a nuestro mercado) y experiencias previas.
¿Cómo se distingue algo femenino de algo masculino? Simple: la mayoría de hembras exhiben X característica y por lo tanto se considera femenino; si la mayoría de machos exhiben X característica, esa característica se tomará por masculina. Esto puede variar según la época y la cultura.
Ejemplo de variación cultural: En pasadas épocas o incluso en la actualidad, en algunos países es habitual que los hombres se preocupen por su apariencia; que se arreglen, se preocupen por sus atuendos y por la moda, que se perfumen e incluso depilen. Sin embargo, en otras culturas, esto puede ser una cuestión mayoritariamente femenina y producir sospechas de homosexualidad. Muchos hombres disfrutan de la experimentación estética tanto como muchas mujeres; y algunos hombres lo ignoran, igual que algunas mujeres. La expresión a través de la estética puede darse de formas diversas, además: tatuajes, piercings, peinados... y algunas son consideradas como más masculinas o más femeninas según la región. Como ejemplo, algunos hombres se travisten como actividad lúdica y no presentan tendencias homosexuales de ningún tipo.
Hemos de entender de una vez que una persona no es o masculina o femenina, sino que se mueve en un espectro amplio de diferentes actitudes que generalmente/globalmente se perciben como tal o cual. Esto no te hace ni hombre ni mujer; te hace una persona con gustos, hobbies, maneras, conductas, etcétera.
La identidad personal desde la parte sexual
Identidad sexual = [Actitud + Características físicas (FEM/MASC)] + Público al que apelamos + Experiencias previas.
Procedo a explicar cada uno de los elementos por separado. Pese a todo lo que diga, mantengamos presente que está formula variará en función del sujeto que deba juzgarlo (el sujeto consciente, ósea, que cada uno tendrá una perspectiva propia de una misma cosa).
Actitud + características físicas
Es importante que se tengan en cuenta los diferentes tipos de cuerpo y tipos de androginia. No es lo mismo una mujer con mucho vello facial y cuerpo de camionero que una mujer alta, delgada, sin curvas pero con un espléndido rostro de robusto hueso. Ambos son MASCULINOS, pero son características más o menos deseables cuando se asocian con una mujer [vello facial excesivo] o con una persona [sobrepeso, especialmente en la región abdominal, también masculino pero peligroso].
Con los hombres pasa igual. Una característica FEMENINA son los pechos grandes y la carencia de vello corporal o los huesos redondeados y suaves en el rostro, asociados a una menor cantidad de testosterona, aunque no tiene por qué ser el caso. La testosterona no se representa de la misma manera en todos los casos, igual que el resto de hormonas. Repetimos: hemos señalado una característica que no permitimos en un ser humano, producto de un estilo de vida dañino [incremento del tejido adiposo en los pechos] y una característica asociada con las hembras [huesos delicados, al estilo asiático], que le niega a un hombre la robustez que podría necesitar para intimidar. La razón por la que intimida es, precisamente, porque huesos robustos junto con un cuerpo ancho y mucho vello facial son un indicio de testosterona y, por ende, violencia e ímpetu reproductivo.
¿Es un hombre o una mujer? Oh, ¿pero no es extremadamente atractivo? El escenario opuesto es igual de común. ¿No es como asqueroso? ¡No parece ni una cosa ni la otra! [Y tiene una salud terrible, ¡no será fértil!]. Ser ambiguo es una cosa... ser desagradable, otra distinta.
Público al que apelamos
Nuestro peinado, ropa, tatuajes, color de piel... todo lo que le presentamos exteriormente al mundo ya nos hace más propensos a gustarle a unos antes que a otros. Nuestra postura indica nuestro estado de ánimo, nuestra reacción al entorno... la dureza de nuestro rostro, el timbre de nuestra voz, dominación, sumisión, iniciativa, persuasión...
Por eso, cuando algo nos agrada, tratamos de seducirlo prediciendo qué le gustará. Por eso, un hombre con un especial gusto por las chicas de estética punk, se mostrará como punk si es lo que las punk quieren follarse. La estética de un Kevin promedio va destinada tanto a uniformarse para un grupo masculino como para presentarle lo que hay a una mujer equiparable: la Jenny promedio. Al cambiar el target cambian tanto el packaging como el tono. La atracción es puro marketing.
Ser conscientes de el público que nos aclama por nuestras características variables [estilo] o invariables [características físicas predefinidas, que también forman parte del estilo, así como una tipografía tiene una determinada forma en cursiva o negrita... el estilo urbano no se representa igual en Juan que en Manolo]; juega un papel determinante en la percepción que tenemos de nosotros mismos y en como canalizaremos nuestra identidad.
La personalidad y la apariencia física son difusos, por lo que acabo de comentar. Por ejemplo: la actitud tímida o torpe. No es lo mismo un hombre físicamente agraciado ejerciendo el papel sumiso que un hombre escuálido agachando la cabeza... uno es tierno y solícito; el otro es un imbécil. Un caso femenino: no es lo mismo una mujer altanera y sumamente bella que una mujer hortera creyéndose la última mujer del mundo.
Aunque, muchos considerarían que es igual de desagradable, el mensaje que te llega es innegable que no es igual. Se trata de cualidades compensatorias. Un hombre fuerte pero tímido puede que sea tímido, pero al menos es fuerte. Una mujer egocéntrica y guapa, puede que sea egocéntrica, pero al menos es guapa. ¿Pero qué hacemos con dos cualidades negativas? Por supuesto, también hay hombres fuertes y valientes, y mujeres amables y bellas. Por eso uno si no es agraciado, quizá sea o busque ser inteligente o bien recibido por su simpatía; lo mismo si uno no es especialmente ingenioso, quizá pase por la peluquería en busca de una compensación. Cada quién le da el peso que considera a cada cualidad y analiza los pros y contras a su propia conveniencia.
Experiencias previas
El entorno en el que nos hemos movido condiciona nuestra percepción sobre la sexualidad y el resto de aspectos sociales. Una persona que se ha sentido rechazada en múltiples ocasiones o que ha sido maltratada por una pareja, puede ver seriamente agraviada su condición sexual, reprimiendo o condicionando su identidad general.
Ejemplo práctico: una mujer alta, con una estructura fuerte y una personalidad atrevida que es heterosexual, con una preferencia inicial por los hombres igualmente dominantes.
Pongamos que da la casualidad de que se cría en un entorno donde los hombres de características dominantes prefieren a las mujeres de características sumisas. Ella se encontrará con que no es bien recibida por los hombres que ella desea y muy probablemente suba a redes sociales: «¿Por qué será que los hombres no me notan? ¿No soy lo suficientemente mujer?». En realidad, es una afirmación por visión de túnel. Quizá una minoría de hombres en ese entorno y una gran cantidad de hombres en otros entornos, noten a esta mujer e incluso se lo hagan saber; sin embargo, ella habla de hombres refiriéndose a los hombres a los que le presta atención.
Es posible que los hombres con los que esté le refuercen esta convicción de que es demasiado masculina. Un demasiado es algo subjetivo cuando no afecta a la salud del individuo. Pero sí, es masculina. ¿Y qué? Sus cromosomas siguen siendo XX y tiene tendencias ligeramente masculinas (adscritas a lo comúnmente asociado con el sexo masculino), ¿y qué?
Las interacciones sociales trastocan la identidad de cualquiera. En mi experiencia, mi personalidad es algo que no resulta compatible con muchos individuos. Pero eso no me hace un demente o un idiota, aunque por mucho tiempo creí que ese era el caso... hoy en día, gracias a una variedad más rica de entornos y, por ende, de interlocutores, entiendo donde encajo y a qué público apelo mejor.
Homosexuales que solo quieren abarcar mercado
Cromosomas y hermafroditas
Según la UNFE (1), solo un 0,5% de la población nace con un sexo ambiguo. Y aún así, la población transexual, transgénero o no binaria supone un número considerablemente más elevado. De hecho, todos conocemos personalmente a, como mínimo, un par de personas transexuales. ¿A cuántas personas intersex conoces? Son, generalmente, anomalías difíciles de detectar a simple vista pero que confunden en la argumentación a favor de la asignación por cromosomas (donde lo zanjaríamos todo con XX y XY).
En el caso de los hermafroditas, una aparente hembra podría no tener ovarios y, por lo tanto, no menstruar y sería infértil. De hecho, podría incluso ser un XY cromosómicamente y no haber indicio claro de ello superficialmente. ¡Qué complejo!
Un segundo... recapitulemos... ¡solo un 0,5% de la población mundial! Bueno, pues será el único caso en el que podamos dejárselo a su gusto, aunque seguro que coincide con su grado de feminidad o masculinidad.
O blanco o negro
Hasta la próxima.
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