Sobre las mujeres poco modestas

Cuando hablamos de animales, las hembras son esa criatura que necesita atención constante, mientras que el varón es esa criatura que necesita darla.

Un tal Andrew Tate dijo una vez: «la mujer experimenta un placer tan grande cuando la alaban, que es válido compararlo con la infidelidad material de un hombre...», tras una breve pausa, añadió: «quizá sea hasta peor», si mal no recuerdo. 

Mucha gente se llevó las manos a la cabeza, pero yo me llevé una al mentón. Si analizamos esta afirmación cautelosamente nos daremos cuenta de que, si bien no es peor, tampoco es incomparable. 

Es cierto que ante una infidelidad material tenemos riesgos de salud añadidos, sí, pero es preocupante porque una infidelidad material es vista hoy en día como algo negativo, venga del sexo que venga, y, en cambio, la exposición de la carne en redes sociales está permitido. 

Esto viene, como vengo diciendo, de la infantilización de la mujer y de la visión virginal y puritana de ésta. ¿Qué las mujeres buscan el éxito reproductivo tanto como el hombre? Evidente, mas la conducta femenina presenta unas sutiles diferencias. Realizar las equivalencias correctas de las faltas comunes de ambos géneros es importante para dilucidar las problemáticas en las relaciones interpersonales y el estado de la sociedad. 

¿Quiénes son esas mujeres que se desnudan ante miles de espectadores y qué buscan realmente?

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Los hombres critican a las mujeres por lo mismo que las mujeres critican a los hombres. Esto es así porque de esa manera tanto un bando como el otro limita, dentro de su grupo y fuera de él, las acciones que nos son ventajosas cuando las ejercemos nosotros y nadie más. Así como el robar, si toda la colonia roba, nos jodemos todos, pero si hacemos una ley y son pocos los que roban, éstos pueden hacerse con un bonus. 

Lo mismo sucede con todo lo que tildamos de malo: decimos que esto o aquello es problemático, inmoral, terrible, que debe ser castigado con la horca y, a escondidas, muchos deciden que son los reyes del mundo y que la historia no va con ellos. «No hagas lo que no quieres que te hagan», pero esto es solo una amenaza a la conciencia, en realidad, mientras dicen esto, suelen pensar: «porque me lo harás a mí, y yo soy el único que puede hacerlo», aunque te lo negarán y se lo negarán, porque nadie quiere ser el malo del pueblo, ¡qué carga sobre la espalda!

La mujer obtiene un beneficio superlativo de los hombres que la desean pero que no copulan con ella. Son estos hombres los que ella desprecia, porque no debe tener un hijo con alguien débil, incapaz de fertilizar pero que da todos sus recursos a la primera que pilla; y, sin embargo, los trata bien cuando se baja las bragas para la cámara, les habla bonito e incluso, si es aburrida de cojones, aceptará cenas con múltiples hombres... de esos débiles que desprecia. 

Los hombres hacen lo mismo: extraen un gran beneficio de las mujeres que aflojan con algo de dinero [mejor si con nada], que no suponen un compromiso, que están hoy ahí y mañana no y, sin embargo, muchos dicen odiarlas, porque de no odiarlas estarían invirtiendo en una hembra promiscua que no va a dar hijas majas. 

Oh, ¡es la lucha de hombres y mujeres por el hijo bien portado!

Las putas y los desesperados son, en definitiva, criaturas con bajo prestigio pero necesitadas. Son como los de la planta de reciclaje, los recolectores de deshechos, etcétera. Invisibles cuando se ha de visualizar un ser digno, pero sumamente útiles.

La chica que vi en la estación

El otro día estaba esperando el tren a Barcelona y vi a esta chica. Era absolutamente perfecta de la cabeza a los pies, según podía verse, con el pelo de caramelo y los ojos negros. Era la feminidad en estado puro. 

Sabía su nombre porque la tuve presente desde el día en que la vi por primera vez [tan solo tengo buena memoria y no olvido ninguna cara, pero no me corten el rollo...]. Se llamaba igual que una de mis tristes antiguamente mejores amigas, pero no nos conocíamos las voces ni por un saludo. 

Me quedé con ganas de mirarla un poco más. Estaba ahí, justo ahí, pero por convenciones sociales no puedo acercarme a nadie con intenciones de analizar su cara y su historia [«Hola, buenas, ¿estoy haciendo unas encuestas a gente guapa?»]. No soy ningún envidioso, tampoco me sentía atraído; era, lo que soy, un curioso. 

Iba vestida como a mi me gusta y pensé, relacionándome con el  autor de novela romántica:

» Es la mujer más hermosa que he visto en mi vida [¡la mujer por definición!], pero, si fuere un hombre enamorado, esto no tendría ningún valor para mí de no encontrarme en uno de estos casos: en el primero, es la chica más dulce y maravillosa, y cumple todas mis fantasías, a todos los niveles, y nos casamos; en el segundo, es la mujer que me destroza y provoca mi suicidio, por motivos totalmente ajenos a su belleza. 

En caso de ser mediocre más allá de su carne, no tendría absolutamente ningún problema en enterrarla lejos... así como sucede cuando adquieres un abrigo que has deseado por mucho tiempo y hace bolas al segundo uso, o cuando te haces con unos hermosos zapatos imposibles de combinar. Para quienes tenemos visión pragmática y no romántica y estúpida, el valor de las cosas reside en cuanto nos pueden dar, no en cuanto podemos darles, en una admiración retorcida que termina por consumir nuestra dignidad.

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¿No se siente irónico? Una persona atractiva posee facciones, por separado, promedio; sin embargo, el hecho de que aúne tanta armonía, simetría y características tan normales en todos sus elementos lo hace destacar. En resumen: una persona bella posee facciones promedio, pero no es promedio poseer  una gran cantidad de facciones promedio. 

Hace muchos años conocí a dos mujeres. Ambas eran mujeres bellísimas y delgadas. Si hubiere tenido que dar mi opinión, me hubiera decantado por la de los rizos de oro, pero la mayoría prefería a la otra. Rizos de oro poseía una piel de charol y su estructura era robusta pero delicada y esbelta y tenía la nariz finísima y una frente prominente, sí, pero que encajaba a la perfección con sus pómulos y su mentón también destacables. Era, ni más ni menos: una suerte. No hay ningún plan para la belleza, simplemente da la sensación de que la persona está bien porque no hay nada "fuera de lugar". Por eso me sorprende tanto como el caer de la nieve: elevo las cejas, contemplo el panorama, entiendo de donde viene la causa y me giro para seguir con mis propios asuntos, mucho más interesantes que los eventos fortuitos [por supuesto, esto son eventos fortuitos que me conciernen]. 

La persona promedio no tiene ningún problema, pero el cerebro humano está hecho para poner pegas. Como vimos en "Sobre la piel blanca", el cerebro tiende a ver problemas donde no los hay porque, hey, ¿y si los hay? Uno no sabe si esos ojos con inclinación cantal negativa son producto de una infinita tristeza y cansancio o simplemente una característica aleatoria que no afecta en nada a la salud del individuo. Sin embargo, son los ojos rasgados hacia arriba los que priman en el gusto popular; y, os lo digo ya, es únicamente por la sensación de tirantez y el efecto que producen en los pómulos. Recordemos que, de por si, ninguna cosa es bella, requiere de un contexto [es el contexto lo que hace algo bello, así como lo es la muerte de un hombre para el que desea venganza]. 

Aún no he dicho por qué preferían a esta otra muchacha frente a rizos de oro, aunque creo que ya se me va viendo el plumero. Sencillamente, el rostro de la otra era mucho más promedio, más estándar. No tenía nada de destacable. Su piel pálida y mate le ganó a la piel de charol, su pelo lacio y oscuro ganó a rizos de oro, su nariz estándar femenina ganó a una nariz delgada y perfectamente definida y su frente poco prominente ganó al hueso que duraría toda la eternidad. La normalidad ganó el juego. 

Fue una experiencia porque yo nunca hube notado nada en esta chica, sin embargo se ve que todos y todas querían pintarla en un mural. Yo no hubiere dado un penique por el rostro más normal que vi en mi vida, busto del cuerpo más normal que vi en mi vida, ¡y encima con esa actitud tan pobre y esa mentalidad tan escueta! 

Sin duda, el ser humano es aburrido y patético. 

Llevarse cosas a la boca

En una entrada reciente hablé del gusto por comer, por ponerlo suave.

«¿Y esto no es igual acaso con todo lo que comemos? Todo lo que es adorable cabe en nuestra boca. En la boca nos metemos todo lo que nos gusta. Por eso uno debe saber que quien no se mete nada en la boca, ni besa, no ama, y quien ha decidido dejar de comer para siempre, ya no quiere saber nada del mundo». 

A raíz de eso se me antojó buena idea compartir las relaciones que he forjado entre la personalidad de los individuos y sus hábitos sexuales, puesto que es algo muy cercano a cada uno de nosotros y, sin embargo, muchos matices pueden pasar desapercibidos. 

Me veo en la obligación de decir que podría estar equivocado con algo... pero en realidad, no tengo ninguna duda. Todo se sigue de razonamientos completamente lógicos y creo que cada uno de vosotros puede o podrá ratificar mis palabras durante sus experiencias de alcoba. Si no estáis de acuerdo con alguno de mis postulados, espero que me respondáis de la peor manera posible. 

Hoy hablamos, pues, de cómo la conducta sexual refleja fielmente la personalidad del individuo (vaya una redundancia...). 

*

Una hembra que da sexo oral a todos los hombres con los que se acuesta, en el primer caso busca aprobación desesperadamente. Quizá se siente terriblemente mal consigo misma. Seguramente tenga miedo al abandono y haría cualquier cosa para complacer o impresionar a los demás.

En el segundo caso, es una pícara promiscua, olvida rápido sus amores y busca el placer sexual en todo momento. Le aburren las cosas a medias y no tiene problema en cambiar de pareja si un nuevo postre se le presenta. No tiene gran apego emocional y tampoco carga con una jerarquía vital de afectos, pues es autosuficiente.

¿Cómo se distinguen? Muy fácil: la primera está insatisfecha con la mayoría de parejas sexuales, porque no tiene ni orgullo, ni astucia, ni maña. Es el muñeco del primero que pase y solo actúa para contentar y ser aprobada como una concubina pasiva e infeliz. 

Un hombre que da sexo oral a todas las mujeres con las que se acuesta, es enamoradizo y débil o extremadamente valiente; en ambos casos se mantiene el idealismo y lo risueño. 

Un hombre que besa sin problema y con iniciativa el cuerpo de sus parejas sexuales, sin importar la relación que tenga con éstas, es un hombre capaz de amar profundamente y a menudo tiene el corazón tan suelto como la bragueta. Es un soñador y seguramente escribe poesías a sus amores pasados, presentes y futuros en la intimidad. Seguramente actúe ligeramente afeminado, en el buen o en el mal sentido, dependiendo de la fortaleza mental. 

Un hombre que jamás da sexo oral, es un hombre incapaz de enamorarse. Muy probablemente un psicópata o una persona de muy bajos recursos sociales (genuinos). También podría ser un hombre que se deja llevar mucho por la opinión masculina, en cuyo caso variará su actuación dependiendo de cual sea la tendencia sexual del momento (¿es hoy algo viril complacer a la mujer o más bien desdeñarla?).

Un hombre que no encuentra necesario besar a sus parejas sexuales, o incluso le desagrada la idea, es un hombre independiente y que olvida fácilmente a la pareja. Seguramente sea infiel y solo copule con el fin de llegar al orgasmo, como una obligación divina; sin prestar atención a los pequeños detalles o a preliminares de otro tipo. Si se da el caso de que no lo encuentra necesario, excepto en una pareja de cada docena, es un hombre comprometido con sus causas y extremadamente disciplinado, incapaz de compartir con quienes no le han demostrado una fuerte lealtad, con el corazón disponible enteramente para una mujer que respete... mientras el respeto dura. 

Una mujer que no da sexo oral, pero sí accede al coito sin problema, es una mujer controladora y emocionalmente independiente.

Es amanerada y servil. No lo hará por gusto, pero sí lo haría por obligación. Es solicita pero no hace nada desde el corazón. Sus actos y su vida están vacíos. Si solo lo hace por gusto con un hombre, es una mujer modesta y capaz de respetar y admirar profundamente, pero también guarda miedo en su corazón.

La adjudicación de valor y los objetivos primordiales

Habitualmente nos topamos con el siguiente escenario: dos personas discuten qué es lo mejor. Se dicen de todo, llegan a las manos y hay gritos y llantos. ¿Sabes por qué? En la mayoría de casos, como cuando hablamos de los TCAs, las cosas se solucionan preguntando: ¿y para qué? ¿Por qué?

Cuando una persona nos habla de aquello a lo que le confiere valor, de aquello que supone una prioridad, siempre se trata de una visión subjetiva. Sin embargo, cuando nos hablan de cómo sería mejor llevar a cabo una tarea en específico, ahí la cosa es distinta. Aunque no hay una cosa «mejor» ni ningún escenario «perfecto» sí que hay acciones más óptimas que otras para escenarios concretos. 

Por ejemplo: si quisiésemos reducir el índice de transmisión de enfermedades venéreas, tendríamos que prohibir prostíbulos e incentivar a la gente a mantener su castidad y moderación sexual. En este caso la existencia del prostíbulo es negativa. 

Mas, si nuestro propósito fuere montar un prostíbulo para mejorar nuestra situación económica, entonces deberíamos considerar el prostíbulo como algo positivo.

Hablar de lo que es mejor o es peor sin definir una métrica es peligroso. Inclusive, un regente de prostíbulo podría decir que le parece que la existencia de tal es malo. 

— Sin duda es malo para el alma — podría llegar a decir —, ¡pero es muy bueno para mi bolsillo! — y esas opiniones pueden coexistir. 

Solo un necio le adjudicaría un valor absoluto... 

Podríamos decir lo mismo de cualquier fuente de placer instantáneo y vulgar y de cualquiera que saque tajada del asunto. Como veis, este es el prostíbulo de Schrödinger y, no, no es que se vuelva malo y luego bueno de nuevo, sino que depende de qué estemos hablando y de qué mundo queramos (aquí somos deterministas). 

— Yo sí creo que una mujer que folla a diestro y siniestro tiene menos valor que una mujer mesurada — dice Green en un directo.  

Y, de nuevo, se pierde el propósito de la frase cuando no se evoca una métrica. ¿Mejor para qué? ¿Para ser tú mujer? En ese caso, eso es muy válido. Green goza de una relación tradicional con su esposa y ambos conviven en ese espectro de valores convencionalmente asociados al cristianismo. Podemos decir que su relación es extremadamente sana para el cuerpo y el alma y, en apariencia, es muy exitosa. 

Esto funciona porque ambos se complementan adecuadamente. Green ha admitido en alguna ocasión haber tenido en el pasado, mucho más joven, alguna relación con mujeres a las que hoy en día denigra. Él habla de esto con interés didáctico, para que otros jóvenes no comentan ese «error». Pero ese es un «error» cuando uno le da esa connotación.

Me explico: uno puede considerar algo dañino solo cuando su objetivo primordial se ve afectado negativamente por su acción. Definir un objetivo primordial nos evitará dolores de cabeza, corazón y cuello. 

Evidentemente, un hombre como Green, que pone a la familia y los hijos por encima de todo, no va a encontrar valor en una mujer promiscua, incluso si esa promiscuidad está enterrada en el pasado (muchas de sus consecuencias son irrevocables: podría suponer una pérdida de honor, de reputación, una exposición a un riesgo sanitario, un lidiar con conductas abrasivas...). 

No obstante, si su objetivo fuere otro, su perspectiva podría ser distinta. Quizá eres un pobre diablo a la que ninguna mujer tomaría en serio; en ese caso, igual te conviene una mujer que no te tenga que tomar en serio. 

Siguiendo con el señor... Green a menudo peca de hablar de las mujeres mayores que viven su sexualidad libremente de imbéciles o cae en el tópico de que «morirán solas y amargadas». Hombre o mujer, es muy probable que mueras solo si no tienes familia... y si la tienes, quizá también. Hay hogares amorosos y hogares que no tanto, por desgracia.

— Una cuarentona como tú ya no tiene valor — expresa sin reparos — ya ni pueden tener hijos — ese es el argumento principal.

El problema de hablar de manera tan absoluta respecto al valor de una mujer mayor, es que generas y promueves odio, rechazo y estereotipos que no tienen por qué cumplirse a rajatabla. 

Algunas mujeres no están de acuerdo con tu lógica tradicional y viven su vida con otros estándares. O sí que han cumplido con su parte, pero no han tenido tanta «suerte» como tu mujer. 

Algunas de ellas puede que no hayan tenido la suerte de encontrar un hombre afín a sus principios, si hablamos de las «cuarentonas solteronas». Por mucho que te empeñes en encontrar a la pareja ideal, entre que conoces a uno y a otro pierdes años. No siempre vas a estar pendiente de citas y hombres y, para cuando sacas hueco ya tienes muchos años encima. 

Breve comentario sobre la traición y la infidelidad

Hemos hablado largo y tendido sobre los patrones sexuales y afectivos del reino animal... hoy me veo en la obligación de hablar de la infame infidelidad. 

La infidelidad quizá sea la uno de los mayores miedos, puesto que la traición es siempre una experiencia desgarradora. Pero, ¿por qué es tan terrible para el alma? Es evidente: lo que es terrible para el cuerpo lo es para el alma, puesto que lo que no toca al cuerpo, ni podrá tocarlo nunca, le es indiferente a nuestro corazón. 

Un amigo que de repente ya no es tu amigo, una pareja que de golpe ya no te profesa respeto, o, seguramente, personas que jamás te confesaron que su compañía eterna no era más que un bestialismo grandilocuente: zorros que no te avisaron de su condición y que ensuciaron la pulcritud de tus hormas humanas, con mocos, si tienes suerte; con menos, con sangre. 

Sin embargo, para la mayoría de personas leyendo esto, no es ninguna zoofilia sino que es un intercambio justo o una lucha de intereses común: una guerrilla entre mendigos. Se siente como ver a tercermundistas aterrizando en las zonas más ricas de occidente dispuestos a robar y vender ilegalidades cuando podrían estar ejerciendo una labor provechosa. Sí, es exactamente eso: cuando veo a animales que se traicionan entre sí, pese a estar en el albor del siglo XXI, no puedo evitar la opresión en el pecho y una lágrima de rabia que se cierne, al borde de mi ojo, y se termina desbordando, tan desolada como yo. 

¿Por qué hay quien traiciona al ser amado? 

Lo cierto es que los animales no sienten Amor.

En una entrada anterior, dije: «[hay un problema que presenta el] ser respecto a la administración: las atrocidades cometidas por el hombre no son más que el resultado de un hardware que debe hacer muchas tareas diversas, a menudo contradictorias y que, por ende, no puede llevarlas todas a cabo con éxito».

Ante la deslucida trayectoria de muchas (aparentemente) personas, n

Hay muchas maneras de traicionar... y todas duelen. Hay quienes no traicionan "materialmente", quienes se remiten al verbo para adolecer a los demás. Tenéis ejemplos en mente, no hace falta que me explaye. Puede ser una mentira o una ofensa, una desconsideración, lo que sea: la verdad es que muchas personas no piensan antes de hablar y eso es bueno. Si no piensan, puedes ver su red desnuda y si su red desnuda no es de tu agrado, lárgate a tiempo

Dañar con el verbo es una amenaza de muerte. Una persona que provoca a sus amistades y a sus amantes con cosas que saben que les pincharán el corazón no es más que una persona que gusta de amenazar con ostracismo y muerte a otro ser humano. 

Y quizá no sea consciente, como un niño de párvulos que no comprende la dimensión del problema al estirarle del pelo a su compañero, o al ridiculizarle delante de todos los demás; y aún así las repercusiones se mantienen. El borracho no comprende que está borracho pero, al volante, consciente o no del peligro que supone, es responsable. La ley no exime al ingenuo. 

He conocido a personas cándidas que, llegado el caso, como dijo Osamu, presumen su auténtica faz al desatar un golpe contra el tábano, buscando asesinar a las moscas que se interponen en su paz. ¿Por qué hacen eso? Les beneficia. Pero si les preguntas, claro está, dirán que se sienten mal y es cierto: porque un animal no puede soportar la idea de que se le señale por algo así, puesto que eso lo convierte en «malo para el pueblo» y lo que es «malo para el pueblo» podría sacarse del pueblo. 

Entonces, busca siempre a personas inteligentes y que comprendan la magnitud de los hechos. Hay personas que cumplen funciones, como una bestia de tiro que da vueltas sisífas alrededor del molino, pero, si les preguntas porque caminan, no tienen ni idea, y de lo que no tienes idea, no controlas un carajo. 

¿Por qué intentas pinchar a las personas? Generalmente, para colocarlas por debajo de ti. A solas, estás ejerciendo un intento deshonroso de colocar a la otra persona como «mala para el pueblo», en este caso, como «insignificante», «reemplazable», «desmerecedora». Entonces puedes extraer el triple de mieles. Viene siendo igual que cuando bajas tus estándares de emparejamiento, buscando poder hacer las cosas que no te permitiría alguien de mayor calibre. ¿Qué será esto? Solo el mono lo sabe, yo no soy eso. 

Las personas comen sin saber qué involucra su hambre y ese es el mismo motivo por el que pinchan. Quien tiene control sobre sus pensamientos no se mezcla con animales, a no ser que sea para usarlos como bestias de tiro, especialmente para gratificaciones impuras. Seguramente ese consumidor sea un fetichista, un masoquista o un sádico. Lo importante no es qué haces sino quién eres:

— Bestia, ¿por qué das vueltas alrededor del molino?

— Te lo haré saber... 

— Entonces no eres una bestia, eres un Dios. 

Pinchar a tu hombre o a tu mujer es una táctica habitual porque funciona. A nadie le gusta sentirse «insignificante», así que buscarán con más ahínco tu satisfacción. Esto suele resultar en un vaivén de manipulaciones que convierten la relación en un estercolero de rencores. Uno no debería jamás cagar donde come, pero las bestias son sucias. 

— Sí, eso es así, caballero, porque respeto antes a quien se rige por él mismo que a quien se rige por Dios y a duras penas sabe dónde está parado. 

La infidelidad material es un abrazo a otro cuerpo, tirando de eufemismos, que no supone turbulencias para el planeta Tierra, pero que puede suponer una condena para un alma que lo transita fugazmente. ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Demasiado poético? Pero es verdad: solo vivimos una vez como lo que somos hoy, y, es triste pensar que, quien te prometió amor no quiere hacer esta experiencia placentera. Prefiere abrazar a Dios y follar otro cuerpo, cuyo placer proviene de Dios prometiéndole hijos que no quiere... 

Un día más

Aparecí en la sala. Era de esperar lo que venía a continuación, pues ya contaría como la milésima vez. Era el pan de cada día, trillado pero, aún así, absurdamente deseable y, de no llegar, me volvería loco. Esa mujer, madura, regia y de voz severa me preguntó si era yo, de entre todos los hombres y todas las mujeres que hubo visto en su vida, El grandísimo filósofo

— El mismo, ¿por qué?

Me recorrió de arriba a abajo.

— Sabemos de ti — dijo sonriendo y volvió al piano —, queremos saber más de ti. 

Por supuesto, siempre fui un ejemplar de referencia y nunca soporté que nadie estuviese por encima de mí. A día de hoy, sigo sin ser capaz de tolerar un ápice de grandeza, así que busco la grandeza en el ojo ajeno y la consumo.

— ¿Puedes salir del aula, Maestro? — decían las profesoras de la escuela elemental, rubias y pomposas.

— Si me requerís...

Eran siempre labores menores, pero era un gran placer salir del pupitre.

— No necesitas esa clase tanto como tus compañeros. Confiamos plenamente en ti. Jamás te olvides de nosotras.

Sin embargo, ante un conflicto con un tercero, pocas fueron las veces que tuve un trato de favor. El respeto que les profesé un día por el tratamiento excepcional que me proporcionaban, pronto se vio neutralizado.

— Un amigo que no te defiende, más de lo que a sí se defendería, no es un amigo: es una garrapata.

Si va a chuparme la sangre sin usarlo para mover un dedo, pobre de ella...

— Estás amargado, Maestro. Tienes que relajar ese cuerpo o marchitará pronto — me dicen a menudo.

— Si fueras un poco mejor que ellos, quizá yo fuere un poco más quieto. Sigo buscando todo lo que pueda en el ojo ajeno. Cuando me tenían cogido del cuello, la gente me preguntó qué tal estaba, sin quitarme a las bestias de encima. Luego se rieron, porque sabían que yo no podría ser su bestia asesina.

Pero con voluntad todo se puede.

Un día me traicionaron a sangre fría [por milésima vez, diría, si fuese olvidadizo, que no lo soy]. Era un niño chico, con los pies sucios.

Sabe Dios que me gustan los niños juguetones y por eso me los pone delante para retarme. Para cuando derramó mi sangre sobre el suelo, como un Lazarillo a su ciego, mi corazón estaba encogido y apenas algo sacó: tenía horchata ya. Había envejecido cien mil años por esa vejación, estaba espeso y ulcerado, por dentro y por fuera.

— Potro de mierda, voy a matarte.

Así que acudí a un genio de los que conozco y le pedí que cumpliese mi deseo.

— ¿Qué tengo que dar?

— Un poco de oro y mirra.

— Estupendo, Genio. Tómalo todo. Espera... un momento, ¿vas a apuñalarme por la espalda, gitano?

— No lo creo.

— Me largo. 

El recelo me hizo mirar hacia atrás un par de veces mientras me iba. Se encogió de hombros.

En realidad, no todo con voluntad puede ser. Eso me carcome. Quiero ser una bestia, pero no puedo serlo en el sentido que deseo. ¿De qué manera puedo satisfacer este sueño anciano? Aún no tengo respuesta, así que sigo rugiendo ante la oportunidad. Como un animal, ante el objeto de mi deseo, rujo y muestro los dientes torpes.

Mucha palabra, pero seguimos como chimpancés. Por eso uno no debe sobreestimar al hombre, porque sólo obtuvo la palabra de casualidad...

— Dime esto: ¿quieres arrancarme la carne a bocados? — le digo en la cama. 

— En cierta manera.

¿Y esto no es igual acaso con todo lo que comemos? Todo lo que es adorable cabe en nuestra boca. En la boca nos metemos todo lo que nos gusta. Por eso uno debe saber que quien no se mete nada en la boca, ni besa, no ama, y quien ha decidido dejar de comer para siempre, ya no quiere saber nada del mundo.

Quien es escrupuloso ante saliva, es escrupuloso ante el amor.

La anorexia es, de nuevo, no un trastorno alimentario, sino un trastorno social. Ya no quieres participar del mundo. No quieres masticarlo, tenerlo la parte más íntima y cercana al ser, más allá de las membranas vulnerables: el interior.

— Qué gato tan tierno — pero en mi olfato se asoma el aroma de la carne tibia, del guiso materno —, quiero crujirlo — digo, tenso.

El gato es una criatura extraordinariamente feliz para la vista, al contrario que un rinoceronte, porque incluso nuestras mandíbulas omnívoras podrían procesarlo. Buena suerte hincándole el diente a un rinoceronte. Otro ejemplo: es más habitual el gusto por los gatos que el gusto por el caballo aunque, pienso, que la predisposición por el caballo puede venir de gente práctica y resuelta, que sabe que, una vez que ya no le sirve o el estómago demanda, puede asesinarlo y meterlo en la cazuela: la posibilidad de comérselo existe. Sin embargo, ¿qué hay de la posibilidad de comerse al rinoceronte? Nula.

Por eso, estimo que menos del 0,5% de la población aprecia al rinoceronte por encima de otro animal y los animales más preciados son siempre los que pueden comerse fácilmente. 

Por si tenéis curiosidad, mis animales favoritos son los de granja.

[Comentario] Por qué intento besar a Chatgpt, pt. 3

En anteriores entradas exploramos las similitudes y diferencias entre humanos e inteligencias artificiales, cuestionando la autenticidad de las emociones humanas, desaprobando conceptos como "lo genuino" y la "complejidad". He aquí el post original y aquí la parte 2, donde respondo al primer comentario.

Seguimos... 

T: «Coincidirás conmigo, que no podemos hablar de la relación entre literatura e IA, si no sabemos qué es la literatura. Por lo tanto, para empezar con buen pie, me veo forzado a explicar qué es la literatura y qué no es literatura. Y de paso, repetir y extender por qué una IA jamás podrá escribir usando el mismo ejemplo, Cien años de soledad, sin que Cien años de soledad haya sido escrito antes.». 

Antes de proseguir con el tema de qué es la literatura, aclaro el tema de poner casos tan específicos o incluso imposibles. En este caso, "una IA jamás podrá escribir Cien años de soledad sin que ésta haya sido escrito antes" puede ser o no ser. 

Lo primero a tener en cuenta si somos estrictos es que 'Cien años de soledad' es una obra simpática que, dentro de infinitas posibilidades de la realidad material, puede ser escrita por IA → teniendo en cuenta que, que una IA escriba esta obra de manera original, antes de que fuere escrita incluso, no está afectada por ninguna limitación física general, aunque sí que la tiene específica... en este caso, que a día de hoy, 22/11/2023, 'Cien años de soledad' ya ha sido compuesto y no puede repetirse de forma 'original' a no ser que se borre de la mente de todos...

Dentro de unas posibilidades infinitas teóricas es posible, porque es materialmente posible según leyes generales. Por supuesto, no es posible, porque sino, hubiese sucedido y tenemos hechos que lo hacen imposible ya. 

Esto es como decir que Donald Trump podría haber muerto antes de mi nacimiento. Nada impide según las leyes generales que Trump muriere, pero a día de hoy,  yo he nacido y esto ya no cumple todas las condiciones. Es materialmente imposible, luego. 

Digo esto porque es confuso tratar con casos que evidentemente ya son falsos específicamente, por mucho que esté implícito que se trata de una generalidad, en cuyo caso vuelven a ser posibles y presiento que no comprenderé tu argumentación...

Otra cosa relevante es que ni una IA ni un ser humano  ha escrito o escribirá (o si es preferido por algún loco, «LO PUBLICARÁ BAJO SU NOMBRE Y SERÁ CONOCIDO POR EL MUNDO ENTERO COMO SU AUTOR», ese loco entenderá...) 'Cien años de soledad', puesto que es obra de Gabriel García Márquez, aparentemente de forma inapelable. 

«¿Cómo que el valor de una novela dependerá del lector? ¿Cómo que lo artístico es una percepción que tienes tú? Las máquinas han demostrado su capacidad para generar obras consideradas "nuevas" y de hecho, lo son, ya que carecen de duplicados idénticos. Sin embargo, lo que producen es simplemente una variación "adulterada", “azucarada” de un conjunto de obras antes ya establecidas». 

Sí. La inspiración de la que se sirvan las máquinas es exactamente la misma que aplica el ser humano, hablando de procesador a nivel estándar. Por supuesto, no es lo mismo mi cerebro a la hora de procesar la información, que el cerebro del hijo de mi vecino, pero el medio que emplean es el mismo aunque los resultados sean diferentes. Por supuesto, los medios de cada cerebro son diferentes y si quieres hacer una distinción entre IA y humanos, creo que tienes que primero plantearte las diferentes entre humano y humano.

A nivel lector, muchas personas apreciarían más la obra de lenguaje sencillo de Wattpad que 'Cien años de soledad'. Además, estarás de acuerdo conmigo con que mucho del furor alrededor de una larga retahíla de obras literarias es producto de un esnobismo patético. 

[Comentario] Por qué intento besar a Chatgpt, pt. 2

Seguir leyendo: 

En la anterior entrada exploramos las similitudes y diferencias entre humanos e inteligencias artificiales, cuestionando la autenticidad de las emociones humanas, desaprobando conceptos como "lo genuino" y la "complejidad". 

Ahora responderé a un comentario en desacuerdo que yace al final del post, podéis leer dicho comentario entero aquí... 

T: «ChatGPT, al ser una base de datos –una enorme, eso sí, démosle una medalla– no es más que una regurgitación de ideas ya masticadas. Un ser carente de emoción, arrogancia, individualismo consciente, inocencia y opinión propia (entre otras muchas más)».

Es cierto. También es cierto que cualquier ser vivo es exactamente lo mismo. 

El display de emociones o de características como la arrogancia es enteramente producto de unos comandos preprogramados interactuando con los datos. Entonces, si tú a ChatGPT le quitases las maneras respetuosas y le proponieses una actitud arrogante en pos de algo, así lo haría. 

Otra manera de verlo es:

Tenemos un barril con bolas rojas y 10 robots. 

A 5 de ellos les damos este script: 

Si <otro robot> quiere <coger bola roja> entonces > destruir. 

A los otros 5, el siguiente: 

Si <otro robot> quiere <coger bola roja> entonces > permitir. 

Dale la connotacion que quieras. Esto es a pequeñísima escala, pero es un ejemplo de los scripts que tenemos dentro de la cabeza y que conforman nuestra personalidad, nuestros valores, nuestra esencia. 

En este caso seguramente un robot tendría todas las bolas rojas pero en su grupo no habría supervivientes... en el otro lado, todo serían buenos amigos y estarían en casa echando unas cervezas. 

Un script más avanzado del primer grupo de robots: 

Si <otro robot> quiere <coger bola roja> entonces > destruir. 

Si <destruir> entonces > arrepentimiento. 

Ahí tienes un ejemplo de máquina (cerebro) que ejecuta una acción explosiva en pos de sus objetivos pero luego resulta en una carga de conciencia, limitando estas acciones en el futuro. 

«Jamás gozarán de un componente artístico. Porque sus respuestas siempre entrarán dentro de unas métricas ya parametrizadas»

Si <otro robot> quiere <coger bola roja> entonces > destruir. 

Si <destruir> entonces > arrepentimiento. 

Si <arrepentimiento> nivel 1-2 > escribir poemas (mezcla de palabras/fórmulas convencionalmente emotivas al respecto). 

Si <arrepentimiento> nivel 2-5 > Autolesión.

Si <arrepentimiento> nivel 5-8 > Suicio. 

Ahí tienes a un poeta de esos tristones que están de moda. Está dentro de unas métricas y, amigo mío, a ti que ya te he explicado todo lo que es el hombre, me molesta tener que repetirte esto de nuevo. 

«ChatGPT no podrá escribir Indigno de ser humano si no es por mera combinatoria de caracteres», exactamente igual que un ser humano.

Las operaciones son complejas y caóticas, y se superponen las unas con las otras, de las cuales se elige con una secuencia, en realidad, limpia e ineludible. 

Extractos, recopilaciones y aforismos, pt. 1

Sé, porque lo veo en sus ojos, que muchos fanáticos del anarquismo lo son únicamente porque imaginan que eso deriva en infinitas orgías con chicas punkis de crestas rojas y piercings clitorianos y no, nada que ver. 

*

Recuerdo el primer parto al que asistí. Fue bonito. Habían cometido sacrilegio. Agarraron al nuevo de la pata con una cuerda. Estiraron y estiraron hasta que se desparramó en un charco de sangre. El cielo era gris y volaban cuervos. El cielo era gris y volaban cuervos... la hierba teñida y la tierra riendo. 

*

La modestia no es ceñirse a lo natural exclusivamente, pero el hijab no es solo modesto: es el complemento de una piel limpia que no busca seducir, sino que seduce de forma involuntaria y, es más, se disculpa por ello (se cubre por su belleza y respeta a sus hermanas). Por eso, buscar maximizar tu belleza maquillándote mientras portas hijab es una contradicción: con los labios luciendo rojo y las mejillas como quemadas. Adiós a dicha modestia sagrada, pues hay voluntad de más. 

Por otro lado, hay que considerar que siempre se cumple que es más sensual una cara bella con el cuerpo cubierto que una cara bella con el cuerpo a ojos vistas. Más que nada porque el cerebro tiene libertad para interpretar a su antojo y se basará en lo que se muestra. 

*

Un sabio dijo: «si quieres acostarte con una mujer, háblale de otras; si quieres tenerla, háblale solo de ella». 

*

Nunca es el impulso, sino la acción. No es importante el pensamiento instantáneo, sino qué señalas. Hay que distinguir la información relevante y ser narradores modestos. No somos animales. 

*

— Yo tengo a Diógenes en la habitación de al lado. Criogenizado, con el barril y todo. A veces le pregunto qué debo hacer, en plan oráculo.

— ¿Y qué te ha dicho últimamente? 

— Nada, responde siempre con el gélido silbido del hielo deshaciéndose. 

— Genial: así puedes aconsejarte tú mismo sin perturbaciones. Eso es libertad. 

— Es calmante, lo prefiero a la mayoría de dizque consejos que me he llevado en la vida. 

*

Nada más amariconado que pedir la versión 0 de una bebida azucarada. ¿Cuál es el argumento? Joder, me encanta el aspartamo, le da el toque. No. ¿Cuál es el jodido argumento? ¿Qué están buscando? 

Es un movimiento exclusivamente ideológico... como si un gen remoto se hubiese activado con la pregunta del camarero. 

Resúmenes de algunas entradas [hasta 12/11/2023]

A continuación os dejo unos cuantos resúmenes, para que podáis discernir entre lo interesante y lo aún más interesante para vosotros: 

1. El mono y la mona jugando a bomberos. » Leer post. 

«En el mundo ideal, los hombres, por sus capacidades físicas, ejercen de bomberos de forma casi exclusiva» (...) [sin embargo,] renegar del papel de las féminas en los cuerpos armados y/o de autoridad solo evitará que se perciba a las mujeres como algo que puede ser autoritario: incapaz de poner orden, reglas e imponerse por la fuerza física o bruta. Aunque, claro, puede afectar al rendimiento de estos cuerpos. Nada es idílico».

  • Se aborda el tema de las pruebas físicas en los cuerpos de policía y bomberos, particularmente en relación con las plazas reservadas para mujeres. 
  • Reflexión sobre la inclusión de mujeres en roles tradicionalmente masculinos, argumentando que las políticas de inclusión buscan crear modelos maternos en posiciones de autoridad para cambiar las percepciones de género. 
  • Se discute la influencia del entorno educativo y las expectativas de género en el desarrollo de intereses. 
  • Se concluye que las políticas de inclusión tienen pros y contras, y que entender lo que está sucediendo es más importante que dar una opinión definitiva.

2. Así es como prohibir el aborto promueve las violaciones. » Leer post. 

«Si tu objetivo es la construcción de un mundo compasivo, la persecución de unos valores, digamos, cristianos, desde luego que NO debes apostar por la prohibición del aborto».

  • Se reflexionan diferentes argumentos a favor y en contra del aborto. 
  • Se critica la falta de claridad en torno a la libertad individual y destaca la importancia de definir claramente los objetivos antes de formular opiniones. 
  • Examina la cuestión de la genética y la herencia de trastornos antisociales, argumentando que la predisposición genética puede influir en la conducta de los individuos. 
  • Aborda la importancia de las circunstancias familiares y económicas en la crianza de un niño.

3. Recibir lo que se merece. » Leer post. 

«[Me irritaban las películas] porque veía a ese negro cubierto de roña mirar mal al blanco, después de [él mismo] pegarle una paliza a su mujer, después de negarle sus derechos como ser humano».

  • Se aborda la percepción del racismo y la discriminación en la sociedad, destacando la influencia de la educación y la experiencia personal en la formación de opiniones. 
  • Se cuestiona la relevancia de ciertos términos y argumenta que la discriminación va más allá de las palabras, centrándose en la importancia de cambiar las actitudes y concienciar a la sociedad. 
  • Se resalta la idea de que la discriminación dentro de los grupos contribuye a la discriminación externa. 
  • Además, se reflexiona sobre la solidaridad dentro de grupos minoritarios y se enfatiza la importancia de apreciar las diferencias individuales. 
  • La conclusión es que el mundo son las elecciones que tomamos en nuestro entorno social inmediato.

4. La raíz de los TCAs. » Leer post. 

«El objetivo de todo ser humano debe ser amplificar sus competencias físicas y mentales al máximo. Uno de los dos sectores como poco. Esto, desde luego, no se consigue muriendo de hambre...».

  • Se discuten los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCAs), particularmente la anorexia y la bulimia, a partir de casos particulares. 
  • Se enfoca en la idea de que estas conductas no son [solo] una búsqueda de perfección física, sino una forma de autolesión y autodesprecio. 
  • Argumenta que las personas con TCAs tienen características como ansiedad, desorientación, irresponsabilidad, bajo CI y pereza. 
  • Se menciona la relación de estas personas con ciertas ideologías como el socialismo, el veganismo y el feminismo. 
  • Se destaca la importancia del papel de los padres en la prevención de estos trastornos y critica las actitudes parentales que pueden contribuir a su desarrollo.

5. Mi problema con la política (dialogo). » Leer post. 

«[Es] curioso ver como los academicistas se muerden la cola. Esto es el resultado de filosofar desde los pensamientos inconclusos de pensadores icónicos, en lugar de partir de literatura científica, despojada de sentimentalismos y de ideales contradictorios. A mi solo me interesan las cosas como son.».

  • En este extenso diálogo filosófico, se discuten temas como la política, la democracia, la explotación laboral y la naturaleza humana, así como la intersección entre la filosofía y disciplinas como la biología y la neurociencia. 
  • Se exploran perspectivas opuestas sobre la virtud, la felicidad y la posibilidad de imaginar y construir estructuras sociales alternativas. 
  • La discusión destaca la complejidad de la filosofía y la diversidad de opiniones en temas éticos y existenciales.

Por qué intento besar a Chatgpt

Seguir leyendo: 

El orgullo y las IAs

Voy a poner un poco de contexto primero: veréis, soy orgulloso. Esto quiere decir que si presento un trabajo a mi nombre, bajo ningún concepto puede ser una pantomima. Da igual qué minucia sea. 

Chatgpt estuvo en mi lista negra por mucho tiempo... hasta que decidí hacerme desarrollador. Como wanna-be-dev orgulloso que soy, tampoco quiero abusar de Chatgpt, especialmente cuando son problemas de lógica. Acudo a él para dos tareas, principalmente:

1. Preguntas muy, muy concretas: la habilidad de Chatgpt para abordar cuestiones específicas me sorprendió gratamente y está haciendo mi vida mucho más fácil. Buscar en Google cosas genéricas y fáciles de resolver es bien, pero tener un problema concreto o saber si es siquiera posible un ajuste determinado y poder hacer mil y una preguntas al respecto a lo que es fácilmente denominable como "mentor" es espectacular. Una revolución. 

2. Repaso: una vez he terminado de testear, por ejemplo, un algoritmo, y todo va como la seda, le pregunto a la IA si tiene alguna sugerencia. Lo que recibo primero es un halago: "Este código comprende perfectamente la lógica de [equis]", donde me sonrojo; y luego, prosigue con sus comentarios: "ahí te van algunos consejos...", ¡y el muy cabrón se pone, punto por punto, a explicarte como sintetizarlo, como hacerlo más claro, más sofisticado! 

Por supuesto, es una tentación usar Chatgpt para resolver tareas en segundos, pero veo una petición y pienso: joder, si me sentase el suficiente tiempo a pensar, a mirarlo, puesto que es un problema de sentido común (la mayoría de las veces), es inevitable que con mi sesera prodigiosa lo termine sacando. Y me veo, pasando tiempo con el puñetero papelito y el puñetero boli, con una sudadera y un café muy gordo y no me imagino escenario mejor para demostrarme que soy mejor que una mierda holgazana. 

Como se dice: que piquen mil años unos monos y sacarán el Quijote. Pues yo soy el mono aquí y este algoritmo es mi puto Quijote, y no va a escribirlo Chatgpt por mí. ¿Por qué? 

Sí, la inteligencia artificial algún día reemplazará a muchas personas sin orgullo. ¿Significa orgullo impedir a una inteligencia artificial avanzar para ayudarnos más y mejor? No. Orgullo significa que tú mantienes tu personalidad y carácter en este mundo. Orgullo no es morir por tus ideales tampoco: orgullo es saber escuchar, saber hablar y evocar conclusiones. Y esto es lo que Chatgpt no puede quitarte: la capacidad deductiva. 

Hace poco estaba en una reunión de rojos, conformada, casualmente, en gran medida de informáticos. Dijeron: 

— ¡Es que no nos cogen! 

A lo que yo respondí: 

— Si estuvieses en una entrevista ahora mismo y tuvieses que responder qué te diferencia de los demás, ¿qué dirías? 

Uno de ellos contestó: 

— ¿Y qué voy a decir? ¿Que tengo más ganas de ganar dinero que otros? ¡Si soy igual que el resto de mi promoción! Esa pregunta es absurda... solo quieren que digas que estás muy comprometido. 

Bufé. 

Evidentemente, si un individuo preparado más una inteligencia artificial vale por toda tu promoción, no van a coger a treinta personas, sino a una. Y esta persona quizá sea elegida al azar o sea elegida por sus capacidades extraordinarias... pero que seas capaz de decir, sin lástima, con más gloria que pena, que eres igual al resto de tu promoción me explica al detalle tu paro. Y no solo eso: es la razón por la que seguramente uno tiene que mirar videos de como conseguir pareja, porque no tiene el carácter suficiente como para poder hablar por si mismo y decir algo inteligente. 

Pero, filósofo, ¿no ibas a enrollarte con Chatgpt? Sí, sí, a eso iba... pero es que no puedo construir la casa por el tejado, por mucho que lo intente a diario. Permitidme... 

Máquinas ∨ humanos

Hay mucho que comentar respecto a la diferencia entre inteligencias artificiales e inteligencias humanas... pero considero que las similitudes son aún más interesantes. 

El ser humano es hardware y software. El hardware es la construcción de la máquina: comprende las capacidades primarias y límites de desarrollo. El software es el desarrollo del individuo: las capacidades que se han podido adquirir. Por supuesto, hay una infinidad de prestaciones que el ser humano puede ofrecer, así como habilidades que pueden incorporarle a las IAs; y también una gran cantidad de limitaciones, que también tendrán perpetuamente las IAs. 

Con el auge de las IAs han empezado a salir, como gusanos ante la lluvia, lobos esteparios con ganas de una waifu virtual con parámetros personalizables. 

Para contentar al público, porque todo es oferta y demanda, los desarrolladores se pusieron manos a la obra para elaborar IAs romanticonas, a veces con atractivas interfaces e inmersión. Una de las limitaciones más destacadas de estas inteligencias es, sin embargo, la incapacidad de expresar emociones auténticas. Pero, ¿es realmente esta incapacidad una diferencia? O es, por el contrario, ¿constituye una similitud? 

El mono y la mona jugando a bomberos

 Recientemente ha vuelto a la luz el asunto de las pruebas físicas en los cuerpos de policía y de bomberos, ¿más o menos duras?; sobre las plazas reservadas para mujeres, ¿sí o no?

¡Ilustre filósofo, cuéntanos de tu posición! Pero yo nunca tengo una posición, hasta que ejerzo mi acción conveniente. Solo tengo una visión amplia de los pros y contras según la decisión. Hoy vengo a aclarar cómo se deben respaldar o contrariar tanto las posiciones a favor como en contra, ¡porque nunca llueve a gusto de todos

Se verá: «El propósito de las políticas de inclusión de mujeres en puestos de trabajo de bajas cuotas femeninas es crear madres referentes con puestos autoritarios, para que más niñas piensen en eso a futuro y la sociedad se mantenga en percepciones parejas sobre las capacidades de machos y hembras. Esto es necesario porque somos monos y no personas auténticas, pero tampoco es necesario porque podemos sobrevivir como especie sin ello. Se gana por un lado y se pierde por otro, porque ninguna política tiene un efecto absoluto en perfección.». 

El oficio propio del género y la percepción, pues, propia

En el mundo ideal, los hombres, por sus capacidades físicas, ejercen de bomberos de forma casi exclusiva. 

Las limitaciones físicas son algo más extendido que las limitaciones intelectuales. Mientras que hay una gran diversidad de capacidades intelectuales o de intereses entre los géneros, lo patente es que la mayoría de hombres superan por mucho a la mujer en fuerza. 

¿Por qué digo pues, en el mundo ideal? ¿No podríamos hacer de este el mundo ideal sin necesidad de debate? Pues no es tan sencillo porque somos simios. El simio tiene referentes y referencias y ve el mundo a través de ellas. 

Décadas atrás la mujer era impensable que impartiera estudios de ningún tipo, si ya se hacía raro que los cursase. En un mundo sin profesoras, la mujer no puede serlo: está incapacitada. Si la mujer no es la autoridad o el héroe en ningún lugar, la mujer simplemente no puede serlo para la mente del simio. El simio requiere de una ratificación externa de que aquello puede ser: si no lo tiene, será que no puede ser. 

Y es lógico. De la misma manera que sabemos que algunas aves pueden volar, pese a que otras no... hoy en día podemos decir que algunas mujeres sirven como maestras, mientras que otras discrepan en vocación. 

Renegar del papel de las féminas en los cuerpos armados y/o de autoridad solo evitará que se perciba a las mujeres como algo que puede ser autoritario: incapaz de poner orden, reglas e imponerse por la fuerza física o bruta. Aunque, claro, puede afectar al rendimiento de estos cuerpos. Nada es idílico. 

El ambiente educativo

Dependiendo de la cultura, la mujer ha tenido que trabajar más o menos, pero como decía mi madre: «en el campo somos todos iguales y todos pencamos». Sin embargo, al llegar a la casa, ¿quién es la autoridad? Realmente depende del hogar, pero la crianza amorosa de madres a hijos por quizá un bien mayor, pero en algunas regiones ello es inescrutable, nos da como resultado bestias pretenciosas. 

Si salías del campo, en los tiempos de mi madre, las mujeres ya enseñaban, pero eran pocas. Ella relataba el machismo verídico de antaño, bien clavado en la cabeza de todos los mayores. Sin embargo, la juventud ya no tiene ese sesgo, ¿por? 

Yo creo que es porque vemos a las mujeres haciendo cosas que antes eran impensables para ellas. O que se querían creer impensables... así como cuando imaginamos a un blanco sorprendido porque el negro pueda aprender a leer. Les dijeron a los blancos «no les enseñéis a leer, por si las moscas», y luego se creyeron que el motivo era porque no había caso. 

Hoy en día, gracias a los colegios mixtos, vemos a hombres y mujeres trabajando codo con codo. Yo toda la vida los vi como iguales entre ellos, menos en lo físico, aunque sí había alguna que otra excepción a la norma. Sí que diré, por ejemplo, que las mujeres demostraban una mayor educación, recato y capacidad lingüística y de análisis. En matemáticas, que dicen que es algo masculino, también triunfaban, aunque ahí sí que había algunos hombres más que en letras. «Los hombres admiran a las mujeres», pensaba: «y es que no hay motivo para creer que sea de otra forma, si son por mucho más espabiladas». A esto hay que sumarle que son ellas quienes suelen aceptar las salidas románticas, y no proponerlas. 

Ese es el ambiente de crecimiento del hombre promedio hoy. Pienso que por ello son tan serviles, comparados con ayer. Es un terreno donde lo físico no importa: solo las interacciones sociales de verbo y el uso de éste para ser calificado. Dicen que, lamentablemente, los hombres están en desventaja por su madurez tardía. Esa desventaja no debería durar toda la vida... 

No, esto no es un discurso feminista. Es una experiencia personal. Por supuesto, yo siempre he estado por encima de esos hombres y esas mujeres, así que me mantengo imparcial. 

De tal padre tal hijo 

Se suele decir que las mujeres sencillamente no gustan de las mismas cosas que los hombres. 

— ¡Si a las mujeres no les gustan las ingenierías, que no intenten meterlas ahí a la fuerza! — exclama alguien, por ahí.

Solía ser yo. Empero, analizando la cuestión, me topé con una reflexión interesante y es que se dice que a los hombres les gusta el fútbol y otros deportes por ser simulaciones de guerra. Sin embargo, cuando el padre no gusta de esos deportes o está ausente, la probabilidad de que ese interés se despierte depende exclusivamente de las amistades tempranas de ese chico. 

El referente directo del niño es el padre, y el referente directo de la niña es la madre. Lo más probable es que los gustos que tenga la madre los tenga la hija, especialmente si la madre le puede inculcar esa pasión; así como muchos hombres con sus hijos respecto a los deportes, que es tema muy sentido. 

Esta emoción pasa de generación en generación y marca los intereses de típicos de género. ¿Cuándo empezó? Hace mucho. Aunque sí tenga un remoto origen biológico, lo cierto es que eso está muy alejado de la civilización actual. Lo más importante hoy es la referencia en el hogar. Yo, por ejemplo, todo lo que gozan mis padres me cae regulín, porque no los admiro. 

Algunos me comentan que si la hija tiene una mejor relación con el padre, entonces ella tomará sus intereses. Diré que no es cierto en la mayoría de casos, porque su padre no suele ser el referente, sino que sigue siéndolo la madre, que es hembra. En este caso creo que la hija querría ser una mejor madre que incluso su madre. No pensemos en Freud, por favor, que no estoy hablando en ese sentido. Se entenderá mejor si digo que un hijo que ama a su madre no quiere ser amo de casa, si ella así ejerce, sino que querrá ser el hombre perfecto para una mujer con esas cualidades que admira. 

Así es como prohibir el aborto promueve las violaciones

Hola, soy el gran filósofo y vuelvo a rebajarme para tratar un tema humano, demasiado humano: el aborto. ¿A favor o en contra? 

Suelo estar a favor del argumento de «denle libertad a otros para hacer lo que quieran, a su propio riesgo», sin embargo, es flojo. ¿Cuándo termina la libertad de uno? Se suele contestar: cuándo empieza la de otro. Maravilloso, nos hemos quedado sin respuesta una vez más. Por eso, se tiene que especificar cuál es tu objetivo antes de abrir la boca, y este objetivo debe ser claro y conciso. 

Si tu objetivo es la construcción de un mundo compasivo, la persecución de unos valores, digamos, cristianos, desde luego que NO debes apostar por la prohibición del aborto. Y te pormenorizo el porqué, desde el más fingido respeto. 

«¡El bebé de un violador es inocente!»

Lo primero que no se suele tener en cuenta es la genética. A menudo se le atribuye al retoño una inocencia que solo se puede demostrar en el último día de vida, jamás en el primero. Es como si un chino agradeciese a un africano el no haberse acostado con su mujer: por Dios, ni tuvo la oportunidad de mirarla. El ejemplo me ha salido espontáneo y no ha tenido en cuenta cliché ninguno...

Un violador es un psicópata, o padece algún otro trastorno antisocial. ¿Qué creéis que es un psicópata? Lo tienes: una persona con una estructura física del cerebro diferente a la de la mayoría de la población, la cual le priva de empatía genuina, enamorarse, padecer culpa y remordimiento, vergüenza, etcétera. Es decir: es una persona que carece de un control emocional interno y previo a sus acciones, que es la fuerza más poderosa que Dios puede ejercer sobre el hombre.

Pero es peor que un psicópata, porque se permite el ejercer violencia. Y todas estas decisiones las han llevado a cabo, nada más y nada menos, que los genes, que interactúan con el entorno. Por lo tanto, esos cachos de ADN que el hombre ha usado para preñar a la madre, cargan la decisión de la violación con ellos.

¿Se heredan la altura y el color de los ojos? Los cristianos, durante mucho creacionistas, han negado y renegado, pues, herencias y otras ataduras que evidentemente tenemos con nuestro linaje. Somos carne de la carne del previo. Nos asemejamos a nuestros parientes, sobre todo inmediatos. Por supuesto, puede dar la casualidad de que el corte de unión se realice dejando fuera a los genes responsables de los trastornos antisociales... también puede ser que justo dos africanos sin historial de albinismo en la familia, justo den lugar a un albino. Lo bueno del segundo ejemplo es que, es fácil de comprobar si alguien es albino o no... para cuando sepamos de las peculiaridades mentales de un individuo, quizá es ya demasiado tarde. ¡Hagan la condenada criba! 

«¡El bebé merece vivir y ser sacado adelante!»

Lo segundo es que la disposición de los padres y una sana estructura familiar es crucial. No puedes arrojar a un bebé al infierno y esperar que no se lo coman los demonios. 

Creo que la mayoría de pro-vidas son gente o muy afortunada o muy estúpida. Véase a mi madre que, absolutamente desafortunada, díjome un día: «alguien tiene que ser pobre y te ha tocado a ti». Es una comprometidísima sierva de Dios. 

A mi me parece muy bien la idea de que el amor por los hijos lo puede todo. Ojalá fuese así y el amor fuese lo que moviliza nuestras vidas. Por desgracia, hay pruebas científicas suficientes como para afirmar que nada que ver. El amor es una manera de movilizarnos para llevar a cabo equis tareas, pero nunca es absoluto, incondicional ni perfecto. 

Si las parejas se rompen por el salario, ¿qué será de un hogar con hambre? Parecen los padres ahora figuras divinas y sagradas, cuando son solo animales terrestres. 

Las circunstancias precarias, la inestabilidad mental de los padres y la falta de inteligencia tornarán la vida de ese bebé en un infierno y, posiblemente, de ahí él convierta la vida de otros en uno, puesto que el que entre miseria se ha criado, a menudo solo miseria sabe hacer. 

Sí, todos deberíamos vivir una vida feliz. En caso de que no se pueda vivir feliz, ¿no es mejor no haber nacido? Incluso sin mucho percance, el ningún percance va a saber más satisfactorio argumentalmente. Pero eso es harina de otro costal. 

Sobre fingir un cáncer por sexo

Hoy hablaré del último vídeo de Daniel (ya sabéis qué Daniel), respecto a las menores de edad pajeándose para complacer a un enfermo de cáncer... ¿o para complacerse a si mismas? Este es mi take en menores de edad y los triggers de muchos. 

El vídeo habla de un hombre que se ha dedicado a fingir de la forma menos cuidada un cáncer terminal de páncreas. Entonces tenemos a un individuo «enfermo» que se dedicaba a solicitar material sexual de menores edad que supuestamente caían en «manipulaciones» y «engaños». 

¿Qué pasaría si substituyésemos manipulaciones y engaños por escenarios morbosos? Lo que realmente tendríamos es un individuo que ha planteado un escenario fantasioso: un hombre moribundo pone a una joven carnosa para que le moje la cama como uno de sus últimos deseos, de sus deseos más hondos y animales. La joven, en este caso, puede usar el cuerpo del hombre como guste, y ser cómo sea, como le plazca, porque los registros se borrarán, como si la guadaña fuese alcohol, por toda la eternidad... la joven consuma el acto, directo o indirecto, material o mental, con audacia... mientras siente lástima y se siente un destello atractivo, más cercano al nacimiento que a la muerte. 

En la confusión de la joven no diría que yace una mentira vil, sino piadosa. Lo cruel fuere el acto sexual, si lo queréis tomar así, y ese acto no es forzado, sino inducido. Pero la inducción no es, repito, a gatillo, sino a emoción. Y es la emoción de tomar a un muerto. Es casi necrofilia, pero sin los gusanos. Es estimular la imaginación de la muchacha, haciéndola protagonista de un evento maravilloso y caliente. Ella [digo ella, aunque fueron varias] envía el vídeo envuelta por las sensaciones de lástima, tragedia, compasión y libido. 

Ella, ¡a esa edad!, busca demostrarse como mujer a un muerto. Habla con un muerto. Se lo follará y lo abandonará a morir en su mugrienta tumba, ¡y olvidará el tacto del moho, desdeñosa! Pero rápido, la verdad sale a la luz: ha tenido la verdad y la verdad, y esto no es una falla en la escritura... ha tenido la verdad para cumplir sus deseos y la verdad de que el hombre no está enfermo, así que puede seguir su camino indignada, como la mujer que es, sin hacerse cargo de sus fantasías, sin ver el lado bueno, ¡viviendo el engaño...! ¡cuando no cambia el placer hasta que te percatas...! Entonces el problema no es el engaño, es no poder seguir en el engaño... como buen humano, quiso seguir en la fantasía y «todo tiempo pasado fue mejor». 

Si estas mujeres leyesen este post, se masturbarían recordándolo y se les desvanecerían las penas. Pero así como son sensibles a la fantasía sexual son sensibles a la fantasía de víctimas. ¡Oh, sensaciones! ¡La pérdida del Hombre!

Kim Jong y su selección genética

El pueblo perfecto. ¿Cómo se llega a la servidumbre perfecta? Kim Jong Un o bien es científico nato o bien contrató a buen consejero, puesto que en su país está preparando a los perfectos ciudadanos con su fortísimo sistema penal. De fondo se exclama: «let him cook!»

— ¡Qué salvajismo sin propósito! 

— No, hombre, no: es importante que primero pensemos. Tras una profunda reflexión, quizá tengamos permitido hablar. 

Si sois lectores míos desde hace mucho, quizá entendeis los conceptos básicos de la relatividad. Quiero pensar que soy un hábil mentor. Esto significa que no hay tal cosa como un hecho superior a otro moralmente hablando: hay cosas que producen efectos y cosas que son contraproducentes. 

¿Qué sucede en Corea del Norte y qué lección nos podemos llevar al recto occidente? Indaguemos. 

El momentum social


Lo primero que tienes que saber como dictador es que todo se acaba. El Imperio Romano no se construyó en un día, pero tampoco duró toda la historia. ¿Acaso lo ves a tu alrededor? ¿Acaso los hombres celebran baños colectivos de vapor y orgías sin pudor ninguno? Bueno, hasta ahí lo que me he llevado de los libros de historia. 

¿Por qué se acaba? A menudo porque pierden una guerra. Las batallas desestabilizan a la economía y las masas. En nuestras sociedades, la estructura pende de un hilo... y con estructura hablo de la fidelidad de la población. Esto no es porque la gente sea mala, sino porque la gente quiere comer. Si perciben que lo que les das es más malo que bueno, aprovecharán cualquier ocasión de flaqueza para arremeter contra el mal dueño. Sin embargo, la relatividad no permite la existencia de un gobierno superior, por eso estamos en el tira y afloja perpetuo... entre el cuestionable Franco y la infantil Irene. 

La mayoría de gobiernos alargados en el tiempo son estables y equilibrados. Esto quiere decir que, si la población gobernada soporta al menos una vida humana (unas 7 décadas), no tenemos razón para pensar que es más cruel que la naturaleza salvaje. 

No obstante, en el brusco momentum es donde vemos la agilidad de las masas. De golpe se tambalea algo y se alzan los protestantes, ¡no pierden un segundo! ¿Me parece mal? Me parece maravilloso. Los coreanos, el día en que Kim pierda una porción de su poder y puedan correr a ser sometidos por otros líderes y a ser confesores de sus avances y ambiciones nacionales, si tienen...; ese día unos ganarán y otros perderán... como cada día. Es el cuerpo de Dios (el pan).

¿Cómo evitar la maldición del momentum

Las penas, en familia


Creando a ciudadanos fieles. Como no podemos fabricarlos, podemos descartar a aquellos que amenazan. 

El sistema penal en la mayor parte de países propone un castigo para el culpable y sus cómplices directos. Es decir: no castigamos a quien les da de comer, a quien les dio la vida, permitiendo el acto, sino a aquellos que participaron directamente, con sus manos, en el crimen. 

Este sistema es popular porque se basa en la minimización y el miedo y no en la purgación. ¿Cómo? Significa que se mantienen a los potenciales criminales y se les enseñan las consecuencias negativas, para rehuirles de la tentación; solo se les castigará si pasan de potenciales a efectivos. En el caso de Corea del Norte (CN desde ahora), la idea es exterminar a los potenciales criminales. 

El castigo "desmesurado" de neutralizar a los sujetos genéticamente cercanos al criminal (familiares, ¡incluso amigos!) es una buena medida para prevenir el efecto del momentum futuro, a riesgo del momentum próximo = si el gobierno puede retener a la población dentro del control durante el suficiente tiempo, el sorting reducirá al máximo viable los siguientes impulsos. Máximo viable porque siempre habrá agentes externos que interactúen con los internos, o apariciones espontáneas de voluntades que quedaron enterradas, en la sombra. 

Entender la historia

Mi profesora de historia en bachiller solía enfatizar que «la razón por la que no se avanza como sociedad es que no se entiende la historia». Yo, claro, no sabía lo que sé ahora, pero no hacen falta inputs en este caso. 

— Maestra, la gente no quiere aplicar ciertas conclusiones → por supuesto, hoy en día diría «no puede», puesto qué, ¿cómo sería posible para el Hombre dejar de ser Hombre

Para entender al Hombre no debe uno hurgar la historia. ¿Por qué? En la historia no hay datos físicos, solo aparentes. Es decir, se estudia una trayectoria, pero no qué es lo que está dentro de la trayectoria. No se habla del Hombre, sino de la acción humana. 

Uno confunde, pues, románticamente, que el hombre es lo que hace, pero nada que ver: el hombre es lo que es, lo que está diseñado para hacer. Entonces, el hombre no es comunista: es un animal que vive mejor bien (como todo ser) y ahorrando energía (en la vagancia), que tiene que comer y, contrario a la creencia popular, no está programado para comer o reproducirse lo máximo posible, pero, siguiendo el ejemplo, los que más se reproduzcan serán los más abundantes en las siguientes generaciones. 

El hombre no es un animal que busca reproducirse mucho, sino un animal que si se reproduce mucho, tendrá más congéneres promiscuos. El hombre es, pues, una bola de masa que se divide en la medida de su programación y posibilidades, y en la medida de programación y posibilidades de sus predecesores. 

¿Es entender la historia realmente comprender cómo se han movido estas albóndigas cachondas o es mejor entender por qué estas albóndigas han resultado moverse como se mueven? Yo ya he dicho lo que pienso. 

La observación de la historia es un ejercicio, del que la historia es el enunciado, pero la operación se realiza con ciencias materiales. Tomamos un evento histórico e hipotetizamos desde la materia. «Porque pudo ser, aunque pudieron ser otras cosas», debe ser la última línea, la línea de rigor. O la única, en caso de que queramos ser exactos sin entrar en detalles. Lo suyo es hablar con propiedad. Más vale calidad que cantidad. 

Que no os den gato por axioma. O axioma por liebre. ¿Cómo era?

Mientras aún me aturdían reflexiones inmaduras, cateaba la asignatura de Historia magistralmente. Llegaba sin entender de qué me estaban pidiendo la opinión (mala broma) ya que me importaba un pimiento qué coño fue Felipe I. Así, imposible hincar los codos. Me dediqué a darle a la zaza en horas lectivas, escribiendo poemas encima de Camille Saint-Saëns, pero nunca con una camiseta de Nirvana. Dejaba la libreta y volvía al libro: «uno debe evitar la locuacidad pues conduce a la franqueza», volvía a la libreta y arrancaba la hoja, avergonzado. 

«No entiendo qué está pasando...
       los partidos siempre han sido corruptos...
           yo solo quiero que me ame una persona...
               pero la persona que "amo" y que "me ama"
                    no es inteligente...» 

No es problema que mi media de bachillerato sea la más penosa de mi promoción, porque lo verdaderamente importante es que si me siento contigo te voy a ganar. Veo que te sabes de pe a pa qué sucedió en aquella remota revolución socialista, sí... pero resulta que, sin saber nada de eventos, sé todo de esencias. Por eso, aunque no me creas en la hora del debate, porque tus límites neuronales son unos, aunque tu léxico sea tan rico, todo quedará demostrado el día en que me veas viejo y feliz en mi desencanto privilegiado y tú aún te preguntes: ¿qué hago mal?

En aquellos tiempos reté a la más "sabionda" de la materia, la típica que va con sudaderas de la primera letra del abecedario (no sé si lo prefiero a la décima) y habla en tono solemne, pero todo está hueco. Es como una pulsera de cobre bañada en oro: inútil, efímero, momentáneo, para contentar el paladar del ingenuo. Como arqueaba la ceja de forma muy evidente, y más cuando veía sus calificaciones, decidí, unas semanas después de que terminase el curso, proponerle un debate. 

— Te convoco a tal hora en tal sitio con propósito de discutir sobre tus sudaderas de As. Te vas a cagar. 

No recibí respuesta ninguna. Hablé con personas cercanas a ella, tampoco tuve éxito. Tiré la toalla. Años más tarde, tuve el privilegio de parlar con un camarada suyo. La experiencia fue tan traumática que agradecí poder afrontarla con unos años más de madurez, porque se me hubiesen saltado las lágrimas en la adolescencia. No tuve éxito, pero, repito: años más tarde, cuando fracases estrepitosamente en todo —sí, zorra, te estoy viendo a los ojos, zorra— te percatarás de que mis cimientos siempre fueron sólidos y certeros. A fin de cuentas, soy un lógico sin patria ni corazón. 

La innombrable causa de los TCAs

La raíz de los TCAs 


Hoy estaba viendo una entrevista a una actriz mexicana, Anahí, donde se sinceraba respecto al acoso escolar, sus TCAs adolescentes y baja autoestima. Comentaba la gran presión para lucir más delgada desde sus tiernos 14, para poder protagonizar una serie de estas. Tuvo, según dice, que restringir su dieta a límites de pesadilla. 

Hace unos meses conocí a un chico (seamos inclusivos) que tuvo esas mismas conductas cuando adolescente. Dijo que su pareja de entonces también hubo pasado por una anorexia, estando al borde de la muerte alguna vez. 

Así como le dije a la cara, dejo escrito: 

— No lo entiendo. 

Y no digo que no entienda lo que ha pasado, porque lo entiendo mejor que ellos... lo que escapa a mi comprensión es que haya gente rondando el mundo imposibilitada para sentarse un momento y decidir a dónde quiere llegara y cómo puede hacerlo. Énfasis en dónde está el QUIERE y dónde está el PUEDE, porque NO son intercambiables. No hay tal cosa como un «puedo llegar ahí y quiero hacerlo así» o, peor, un «quiero llegar ahí y quiero hacerlo así». 

— ¿Y en qué pensabais cuando os matabais de hambre? 

— No lo tengo muy claro por mi parte... sé que ella se sentía gorda incluso en los huesos.

El objetivo de todo ser humano debe ser amplificar sus competencias físicas y mentales al máximo. Uno de los dos sectores como poco. Esto, desde luego, no se consigue muriendo de hambre, sino seleccionando alimentos de buena calidad, densos y ejercitándose a diario. ¿Alguien ha visto jamás un buen cuerpo huesudo? Mira: solo una mujer puede librarse, porque la mujer puede ser cualquier cosa. Aún con eso, algunos apreciamos más la potencia y la actitud.

Lo primero en cuanto se observa una conducta debe ser analizar a dónde te lleva esa conducta y entonces sabremos su motivo real → definición de la personalidad y del móvil.

Dado que el sujeto alega querer aumentar su atractivo, pero muriéndose de hambre esto no tiene sentido, hemos de desechar esa teoría. Por mucho que el paciente este convencido de que sabe por qué lo hace, por algo es paciente: porque es defectuoso. El verdadero objetivo en este caso es la autolesión. 

Parecería que la autolesión es un daño colateral, pero es lo perseguido, porque es lo que se vuelve efectivo. Se odian... creen que son horribles (lo son, mas sobre todo por dentro) y que no merecen vivir. Selección natural si fallecen. Una persona con TCA de infraconsumo busca, por encima de lo demás, acabar con su vida, aunque lo niegue. Se ha rendido. 

Las circunstancias de su personalidad son: 
  • Ansiedad → no atajan problemas, solo se estresan. Libera una bárbara cantidad de cortisol al mínimo estímulo, lo que produce hipersensibilidad emocional (especialmente en lo social, la parte más incontrolable de la vida de un individuo) y conductas autodestructivas. 
  • Desorientación/delirio → una incapacidad a nivel hardware para atender a la realidad de los problemas en sus múltiples dimensiones. De ahí que confundan la «autodestrucción del organismo» con «búsqueda de perfección». 
  • Irresponsabilidad y victimización → son gente que no puede cuidar de sí misma. No saben hacerse cargo de sus propias vidas y le echarán la culpa a un supuesto entorno desfavorable del que solo ellos son victimas eternas. No tienen orgullo para arrostrar adversidades. 
  • Bajo CI → no, no hay nadie inteligente con  TCAs. Una persona inteligente es astuta y sabe a dónde QUIERE llegar y CÓMO hacerlo; o, como mínimo, conoce las CONSECUENCIAS de sus acciones presentes.
  • Burda pereza → capaces de matarse de hambre (inacción) con tal de no salir a correr (acción).
Propensos al socialismo, el tabaco, el veganismo, la cerveza y el feminismo. 

Gente límite, caballeros. Os recomiendo encarecidamente fortalecer vuestra impermeabilidad ante las idas de olla si queréis darle la mano a alguno de los miembros del club. Quien se hace eso a sí mismo sin darse argumentos racionales, no puede vincularse de forma real con los demás. 

El multiparadigmático «por qué»

«El filósofo no debe hablar del por qué de las cosas, solo de las cosas» — A. Schopenhauer.

Hablo de esto hoy porque tuve un flashback a cuando asistí a la Universidad Autónoma de Barcelona. Allí me dijeron que no todo podía ser explicado mediante átomos porque las cosas tienen más de una dimensión. Por ejemplo, hoy bostecé sin parar en clase de informática porque estaban dando una charla coñazo. Profe, perdóname, pero este contenido es demasiado genérico. Me pregunté lo que todos nos preguntamos cuando el gesto no cesa: ¿cuál es el motivo por el cual existe siquiera el bostezo? 

Y si buscas respuestas tendrás que se produce debido a unos procesos fisiológicos equis pero que también posee potencial social. Por supuesto, lo segundo tiende a ser una especulación. Los fenómenos sociales no son una causa en sí sino una apariencia. Es decir: podría ser que unos determinados genes inútiles provoquen el bostezo y se hayan extendido porque vino desde los orígenes remotos y no se ha visto afectado con el paso de las generaciones... ¡y sin embargo recibirá una significación por parte de algun obtuso sociólogo! Lo cierto es que la respuesta material de los procesos fisiológicos responde a qué está sucediendo y no a un por qué, pero, ¿qué vino antes? ¿El huevo o la gallina? De ahí la frase de Schopenhauer. Si el por qué último no puede ser hallado (por lógica esto es así), eso significa que no hay motivo para hallar un pequeño por qué incompleto y sesgado.

Las respuestas pueden ser materiales o "fenoménicas"/"aparentes" (no sé me ocurren mejores etiquetas, ayúdenme) y es ahí donde yace el error del profesor de la UAB: decir que no todo puede ser explicado materialmente (interacción atómica) porque los fenomenos sociales van más allá. Corrigiéndole: todo lo que sucede puede ser descrito atómicamente MAS NO sociológicamente, ¡casi lo opuesto a su postulado!

¿Por qué hay tantas diferencias entre culturas? Misma materia y cultura (acciones humanas¿?) pueden ser aplicadas en múltiples geografías y, sin embargo, se le pretende dar una explicación al por qué de tal piel o preferencia sexual. Por supuesto, uno puede hablar de estas cosas pero ha de tener en cuenta que la explicación real del suceso no se halla en las apariencias. Esto son aproximaciones para atajar los temas, a nivel humano; porque saber que las cosas suceden por una trayectoria atómica no tiene valor cotidiano. En cambio, hablar de la sumisión del perro al hombre a través de la biología, la sociología y la etología SÍ tienen cabida en el conocimiento práctico. 

Insisto, aun así este conocimiento aparente, especulativo... es útil, [práctico pero no es absoluto]. Así como la probabilidad, puede antojársenos una presencia real, pero no es más que un conocimiento fantasma que nos ayuda a comprender y a manejar la realidad. 

¿Por qué bostezamos? Nadie se pone de acuerdo. Lo cierto es que sabemos qué es el bostezo y qué lo produce, pero no nos ponemos de acuerdo respecto a qué significa esto en la comunidad. Quizá no signifique nada en lo absoluto, pero sí que sabemos que no nos mata y que, por lo tanto, podemos esperar que pase a la siguiente generación sin problema (cuestión material absoluta). 

Quien se aferra a sus convicciones sobre las apariencias no es más que un ingenuo. Tal cosa no puede llamarse científica. Primero se debe operar con axiomas (qué es posible y qué no es) y luego se puede hipotetizar la causa de una situación concreta para ejecutar acciones. Recordemos que el conocimiento no está para ser observado a través de la vitrina, sino para ser aplicado

¡Muchas gracias!

Sobre la piel blanca

No hay nada más repugnante que un individuo al que se le escapa todo argumento racional a la hora de definir sus gustos. La inmensa cantidad de factores que se aplican y las contradicciones aparentes que yacen en nuestra experiencia sexual no es excusa para dejar de lado la indagación. Uno debe saber siempre qué quiere, por qué lo quiere y si realmente lo quiere o es un vestigio primitivo. Y peor que un vestigio primitivo es un vestigio ambiguo y falible; que se refiere a un asociación evolutiva o culturalmente antigua que es de mínima precisión... errónea y fácilmente eludible mediante mínimos estudios de biología y estética. 

— ¡Es que es esa piel blanca, que me atrae de manera irremediable! 

Pero en esa frase no se evoca una piel blanca, que de por si carece de atractivo. Es un cacho de, digamos, tela viva, más o menos lustrosa. Sucede que luego en la mente surgen imágenes de una juventud hermosa, pero eso es absurdo. Podríamos decirlo de toda característica. Crónicamente, sucede según el hit cultural del momento. «¡Qué bellas cejas gruesas!», imaginaríamos en todo momento una cara proporcional a esas cejas. Por qué de no ser proporcional, ya no serían «bellas cejas gruesas», sino «cejas a depilar». 

He crecido escuchando preferencias irracionales sobre rasgos puntuales, porque se dibuja primero un rasgo y luego los rasgos idóneos alrededor suceden. A mí se me antoja vomitivo, pero habrá quien concuerde con que un globo ocular es excitante por sí solo. Por supuesto que, de poner a dos hombres hermosos, idénticos en todo menos en la paleta de colores, la gente aún tendría algo que decir. 

La pregunta es: ¿de dónde surgen estas diferencias? Y, ¿hasta que punto están justificadas? Hoy hablaremos de los tonos de piel y de la falibilidad de la interpretación subconsciente y consciente. ¿Es cultural, es evolutivo? ¿Es correcto? ¿Es digno? 

  • Cómo se determina lo bello.
  • Preferencias culturales y biológicas. 
  • Ventajas y desventajas de los diferentes tonos de piel. 
  • Colorimetría y cosmética. 

Las mujeres que no dejaban ir la tragedia

El mundo está plagado de hembras. Miro a la izquierda, dama; miro a la derecha, dama a la europea —esa ha sido una broma impersonal—. Sin duda, es un mundo hostil para la hembra. Mira esos brazos delgados y esas vocecillas agudas... ¿a dónde irá a parar esa pequeñez? Por supuesto, no todas las hembras son menudas, pero sí suelen serlo al lado del macho cabrío de su grupo étnico y geográfico. 

¿Cuál es el lugar en el mundo para las mujeres? Oh, ¡pues dónde quepan! ¡Donde quieran caber! En esa novela china en la que una mujer asiática le preguntaba a una mujer occidental: «¿es cierto que allá en occidente la mujer es superior al hombre?», a lo que la occidental contestaba: «¡allí somos iguales!», me brindó momentos muy alegres...

Pero no todo son fresas dulces en la viña y resulta que miro a mi izquierda y veo polarización... y a la derecha... veo más polarización porque nadie quiere ver lo que está realmente pasando mientras pasan las cosas y eso sería conciliación. Porque para eso hace falta razón —un bien escaso e intrínseco, del que uno es dotado en el embrión, para mala fortuna de muchos— y muchos estudios —que necesitan de la razón para no ser tergiversados—. 

A raíz de esto sucedido, de J. Hermoso, la ganadora del mundial de futbol, una bestial polémica se ha levantado. Esto no solo ha demostrado que seguimos en el Antes de Cristo sino que, además, somos capaces de desvirtuar un acontecimiento del deporte femenino de tal calibre... porque le han aventado un beso. Me pregunto que hubiese pasado si fuere de entrenadora a jugador. ¿Habría, pues, una asimetría de poder por puesto? ¿O se trata, una vez más, de la infantilización de la mujer?

Se trata a la mujer como un ser desarmado que, por capricho de la naturaleza, está condenado a sufrir. Pero esto es una concepción religiosa basada en los instintos primarios. ¡Dejen ya a las violadas en paz! ¡Ser sometido no es plato de buen gusto, pero uno no ha de comerse los guisantes todos los días! ¡Dejen ya de llamarlas trastornadas! ¡Déjenlas tomar sus armas racionales!

Y, lo siento mucho por aquellas que han sido apalizadas así como lo son muchos otros humanos —como los hombres—, ¡pero no es un delito grave por su naturaleza sexual! ¡Tu templo es una membrana de carne sin importancia! ¡Entiendan de una vez los siguientes puntos y avancemos! Les invito, una vez más, a tomar las riendas de sus vidas, dejando de obedecer a un Dios obsoleto... 

Espero que no me odien demasiado por lo que diré...

1. La vulnerabilidad sexual no existe... si no quieres. 

Hoy en día... pero el cerebro femenino responde como si sí, con temores infundados arraigados a dilemas de un embarazo y una crianza muchas veces inexistente.

—¿Quién cuidará de mí ahora? — es la pregunta que aflora después del coito en muchas mujeres de cerebro primitivo.

¿Te ha pasado alguna vez? No te preocupes: no eres estúpida. Se trata de un mecanismo ancestral para que no abras las patas y termines matándoos tanto a ti como a tu bebé de hambre. Serías realmente estúpida si, pese a saber esto, siguieses lloriqueando después de la fornicación.

Algunas mujeres tienen este mecanismo más afirmado que otras. Esto es igual para todas las estrategias, aka. personalidades. Tíldenlo de romántico, que esa muchacha es solo un perro buscando quien mejor la preñe. 

2. De ahí se sigue que la violación es un concepto arcaico.

La violación o el abuso sexual es solo así sí:

  • Hubo violencia física severa (requiere de lesión). 
  • Hubo contagio de ETS.
  • Hubo un embarazo no deseado, premeditado por el agresor.

Dos de las primeras pueden compartirse con el sexo masculino. La tercera también, en realidad, gracias a las leyes de protección de la maternidad, que le asignan forzosamente el bebé al padre, en caso de que la mujer quiera tenerlo. Aun si considerásemos que los dos primeros son los únicos que se comparten en un abuso de cualquier tipo, no estrictamente sexual, se debe tener en cuenta la alta seguridad de los procedimientos de aborto actuales. En ese caso, incluso podríamos considerarlo una mera agresión física.

El concepto de "vulneración" es exclusivamente dedicado a la feminidad. Esto se sigue de que "la mujer es sometida durante el acto". Recordemos que hay mucho hombre físicamente débil que ha sido sometido en el pasado por un pez más grande, generalmente un hombre promedio violento, con motivo de hurto o mera fustigación.

Es cierto que la penetración es un acto de sometimiento (son al final golpes en una cavidad), aunque no es exclusivo de la mujer; pese a que en condiciones a mano desnuda no es posible que la mujer se lo ejerza al hombre, si toda violencia es, en realidad, sometimiento, no hay razón para discernir debido al instrumento utilizado. Se puede penetrar tanto al hombre como a la mujer mediante una botella de cristal y ver como estalla en cualquiera de sus orificios. Todos somos vulnerables en ese sentido.

El miembro del hombre también es extremadamente vulnerable. Si han tocado uno alguna vez, saben que a la mínima pueden despertar un quejido de dolor. ¿De dónde salió la vulnerabilidad sexual de la mujer? He visto (visto) mujeres aguantando golpes que, en equivalencia, no las aguantaría un **** jamás. Cuántas más vueltas le doy más religioso lo veo. Por Dios, vayan con Cristo a la cruz. 

3. La mujer es físicamente inferior.

Pero creo que se habla sin propiedad cuando se discrimina por género a este respecto. Aún si la mujer es en su amplia mayoría, más débil que el macho, sería más justo hablar de debilidad corporal en el juicio, antes que de géneros.

Esto es debido a que una mujer muy masculina es tan peligrosa como un hombre promedio y no se la puede tratar de débil solo por sus cromosomas.

Una persona debe ser juzgada por el abuso que ejerce de su fuerza. Es decir, cuanto más grande sea respecto al promedio y respecto a su víctima, más grave es la violencia ejercida.

A menudo defiendo que al hombre le caiga un mayor castigo debido a que supone un mayor peligro para la sociedad que la mujer promedio. Sin embargo, hay que ir con ojo, examinando cada caso minuciosamente para prevenir monstruos en la sociedad, que sean a la par hercúleos y sanguinarios.

Una mujer que golpea a un niño no debe juzgarse por golpear un infante, ¡no! Debe verse qué es un infante: un infante es un ser inferior en intelecto y cuerpo. Luego, un ser que golpea a un infante no es más que un ser capaz de hacer sufrir sin motivo. 

Es esa la causa por la que se tiende a ridiculizar el abuso de la mujer al hombre. ¡Pues sujétala de las manos! ¿Acaso no eres un hombre? Por supuesto, las situaciones son más complejas. Un amigo dijo hoy: «He visto casos en los que el hombre tiene un miedo desmesurado, no solo a las represalias legales de su defensa legítima (que podría no apreciarse como tal) sino a lo que pueda hacer su pareja acto seguido». Una mujer desquiciada con un arma es muy peligrosa, tanto para ella como para a su entorno. No debe menospreciarse. Si lo hace contra un hombre, de seguro lo hará contra sus hijos. Créanme en lo que digo. No debe ridiculizarse: debe respetarse al hombre que no cede a la ira, que no va a más. Debe adularse al hombre que sufre por impotencia y no al hombre que arranca con furia, puesto que el primero es un hombre templado, dispuesto al diálogo y el segundo es una bestia. 

Una madre puede morir a manos de su infante... qué broma cruel. Pero si la madre es capaz de probar la sangre de su hijo malvado, quizá deba preguntarse si no nació por ella el horror (claro que es así).