Roma contra Judea en Batman

Ni me gusta el cine ni los cómics para nerds. Sin embargo, todos conocemos al bueno de Batman, así que fui a echarle un vistazo a la novedad en cartelera. 

Esta película (The Batman, 2022) es deprimente. Es un reflejo perfecto de como un irreflexivo melancólico puede llegar a creerse sinónimo de la Justicia, imponiendo su visión de lo correcto allá donde pisa. Y no, no hablo de Enigma, hablo de nuestro amigo Bruce

Alto, guapo, inteligente, amado, admirado, ¿sigo? El valedor del Bien hasta que aquel que ha sido perjudicado por el Mal que combate arremete contra la sociedad que lo dañó. En la película, Enigma, el villano, personifica la Injusticia, pero no por malévolo: él personifica las injusticias, los pecados del mundo. 

[El gen egoísta] Capítulo 2: Los replicadores.

La teoría darwiniana de la evolución por selección natural es satisfactoria, ya que nos muestra como la simplicidad pudo volverse complejidad. 

Teoría sobre el origen de la vida.

Se explicará una gran teoría del origen desde antes de la evolución misma: 

La supervivencia de lo estable.  

La «supervivencia de lo más aptos» de Darwin es un caso especial de una ley más general relativa a la supervivencia de lo estable. El Universo está poblado por casos estables. 

  • Estable: colección de átomos bastante permanente (el Matterhorn) o común (gotas de lluvia) para merecer un nombre. 

En ocasiones, cuándo los átomos se encuentran, se unen en reacciones químicas para formar moléculas, más o menos estables. 

Antes de que se produjera la vida en la Tierra, pudo haber ocurrido alguna rudimentaria evolución de las moléculas mediante procesos usuales de física y química. No requiere de propósito: si un grupo de átomos en presencia de energía adquiere un patrón estable, tenderá a permanecer de esa forma. 

«La forma primaria de selección natural fue:
lo estable permanece, lo inestable no»

La defensa del asesino

Oh, perverso el asesino.

Perverso él que atenta contra nuestra integridad, subyugándonos a sus deseos sádicos e irracionales. Incontables sus víctimas, ¡inconmensurable su deuda! Aquella que jamás podrá pagar si no es con su eterno terror y arrepentimiento. Oh, ¡pero no lo puede resarcir de manera ninguna! ¡Ese hombre carece de corazón! 

El mundo lo ha hecho para esa grotesca tarea: ¡la de arrebatarnos de la faz a criaturas que ningún perjuicio acometieron contra la sociedad! ¿Qué? ¿Acaso insinúa que no eran todos inocentes? Entonces debemos concederle el beneficio de la duda a este diablo también, ¿no? Puesto que la misericordia no cree en el análisis. Oh, ¿ahora solicita usted un análisis, rufián? Me veo en la obligación de concedérselo para que comprenda la magnitud de su ofensa para con la noble comunidad que le oye.